CARLOS E. CAÑAR SARRIA – carlosecanar@gmail.com
Como resultado de consultas internas, según se dice realizadas por empresas chilenas, que requieren evidencias, Paloma Valencia resultó favorecida para ser la candidata presidencial del seudopartido Centro Democrático para las elecciones del próximo año. María Fernanda Cabal y Paola Holguín serán coequiperas en la difícil aspiración de Paloma, quienes han dicho que trabajarán unidas, esperemos hasta cuando, ya que La Cabal, comenzó a pedir actas de los resultados de las consultas.
La verdad, la escogencia de candidato o candidata presidencial del llamado Centro Democrático fue un evento de pocas expectativas, aspirantes como Paloma y Cabal, cada una apenas llegó al 1,1 % de favorabilidad en intención de voto, frente a Iván Cepeda con 31,9 % y Abelardo de la Espriella con 18,2 % según reciente encuesta de Invamer.
El Centro democrático está en crisis, no tiene con qué ni con quién participar de manera triunfal y contundente en la carrera presidencial de 2.026. Por eso el desespero que sin duda les llevará a establecer alianzas en los próximos meses.
El jefe máximo de esa colectividad, el ex presidente Álvaro Uribe – así no lo diga públicamente- es consciente de que como están las cosas es muy difícil el triunfo electoral, de ahí la preocupación que evidencia en sus recientes correrías políticas en varias partes del país.
Uribe, quien es un zorro en política y además adicto al poder, sabe sobremanera que los resultados de la consulta interna no son suficientes y que viene lo más difícil, la captación de potenciales y reales votos.
No le vemos talla presidencial ni dotes de estadista a Paloma Valencia, más bien caracterizada por la ordinariez en sus intervenciones públicas, gritona, se descompone emocionalmente vociferando en todo lo que tenga relación con Petro y su gobierno en una mala concepción de oposición; pues una oposición seria y responsable se necesita en toda democracia que se respete, pero esto desafortunadamente no sucede. Paloma y su colectividad se han opuesto a las grandes reformas sociales del actual gobierno, con actitud ajena a los intereses colectivos. Una verdadera oposición democrática debe estar siempre atenta a impedir actos que vayan en contravía al bienestar general de la población y evitar también, que quienes detentan el poder, gobiernen con poderes omnímodos.
Por sugerencia del ex presidente Uribe, en su momento a los precandidatos les recomendó cambiar de discurso por temas propositivos sin circunscribirse a atacar a Petro. No obstante el ex presidente Uribe, contradictoriamente, continúa en su discurso utilizando términos como castrochavismo, comunismo, socialismo, neocomunismo y petrocepedismo.
Mientras tanto, de La Cabal se espera que se ponga a trabajar con Paloma al tiempo que promociona su libro recientemente presentado, que ojalá se convierta en un best seller mundial. De imaginarse cómo se encuentra, pues ya se creía la primera presidenta de Colombia, por fortuna eso jamás será posible, como imposible será que se realice el sueño de Paloma. De pronto nos equivoquemos, pues en política como en las demás ciencias no hay verdades absolutas y de este momento al día de las elecciones pueden suceder muchas cosas. Faltan las alianzas que seguramente se han de dar, concretar varias aspiraciones presidenciales y definir el espectro político para el 2.026, otro año electoral.




