Por: Sebastián Silva-Iragorri
Finalizando el año se siente una alta temperatura, un calentamiento general en la política y una agitación extrema que alcanza su máximo nivel cuando el presidente de la Nación llama “malditos” a los Congresistas que le tumbaron una reforma que consagraba más impuestos. Mientras no haya austeridad, reingeniería de la burocracia, actitud real de limitar los gastos del Estado, no deberían aprobarse más impuestos. Hizo muy bien el Congreso “maldito” al tumbar esta otra reforma. Recuerden que ya se había aprobado una reforma tributaria al inicio del actual gobierno y sin embargo se continuó con derroches y corrupción. Al final ciudadanos y empresarios terminamos pagando la improvisación y la politiquería ideológica del régimen.
Se ha dicho en el pasado y ahora también que las piedras hablan, que las flores sienten, que los animales piensan y que el humano crea. En Colombia parece que se quisiera desde la administración nacional crear caos constantes, una permanente división y unas encendidas polémicas. El momento es crucial y definitivo, el 2026 marcará el rumbo de Colombia por muchos años y por ello la actitud responsable será ir conociendo los diversos programas de los aspirantes, pero en el momento definitivo unir fuerzas alrededor de un solo candidato para obtener las mayorías nacionales. No pueden existir vanidades, ni orgullos, ni egos de ninguna clase, está en juego el sano porvenir de la Patria y su urgente reconstrucción.
Se va a recibir un País en una situación agobiante, con una fiebre muy alta y en plena efervescencia burocrática, caótica y desordenada. No se puede volver a crear un ministerio pensando en que la igualdad se hace con decretos improvisados y abundancia de viceministros. La igualdad se logra con una cultura y una formación educativa que lleve a los pueblos a tener una conducta sostenible de igualdad de oportunidades y justicia social.
Lo de la salud es imperdonable, un sistema que cada día estaba mostrando mejorías y se catalogaba como uno de los mejores del continente y con una cobertura cercana al 100% está siendo destruido. Con ajustes normales, de ampliación de cobertura rural, agilización de especialistas, distribución mejor de la droga y otros cambios habríamos seguido avanzando hacia una seguridad social especial y beneficiosa para toda la población. Es imperdonable lo que se ha hecho en la salud con unas reformas repetidas al calor de las ideas de Carolina Corcho y ahora de un furioso ministro que pueden llevar al colapso a todo el sistema de salud. Con una crisis buscada de las EPS se han logrado intervenciones para ir regresando a la totalidad de cobertura estatal. Qué retroceso tan grande.
En el tema energético hay un estancamiento y severas dudas sobre la exploración y explotación del gas, del petróleo y el carbón, deberíamos aprovechar nuestras riquezas en combustibles fósiles hasta el último barril de petróleo sin dejar de impulsar las energías renovables, pero Petro parece suspender exploraciones y continuar las explotaciones en cámara lenta. No es posible creer que estemos importando gas y petróleo cuando nuestra riqueza está allí en conjunto con la minería legal. No se puede actuar por ideología en este campo y menos para obtener algunos decadentes premios ambientales. El observar a Ecopetrol con su acción a la baja es diciente representación de malas decisiones.
La política internacional desacertada, llena de dudas, temores, incertidumbres y vacilaciones. Hoy no sabe el presidente si viajar a la irregular posesión de su amigo Maduro o delegar. Hasta la Visa del Reino Unido reaparece como resultado acumulado de tantos errores en este campo. Ahora con el triunfo de Trump y la designación de un prestigioso abogado como embajador de Estados Unidos en Colombia el tema de los cultivos de coca y el narcotráfico volverán a la agenda principal.
En resumen, debemos decir que el gobierno de Colombia no puede seguir cometiendo tan graves errores, por ellos la fiebre del paciente colombiano sigue subiendo con riesgos y peligros para su salud integral.