RODRIGO SOLARTE – rodrigosolarte27@gmail.com
Los años de almanaque no discriminan las conciencias del proceso vital que nace y muere con cada persona.
Las conciencias se forman a lo largo del camino que vivamos. Algunas se posan a la vera del mismo a contemplar lo recorrido si ha sido adecuado a sus necesidades vitales. Otras, insatisfechas, se resipnan o culpan a la mala suerte, designios imaginarios cósmicos o extraterrestres. Todo esto es historia de las culturas que el conocimiento del contexto natural donde nos encontremos, va entendiendo y cambiando para hacerlo más vivible.
Las inconformidades estimulan la creatividad en cerebros anatomofisiológicamente sanos.
Trascendiendo los primeros seis años o primera infancia, hemos seguido creciendo y desarrollándonos como especie y humanidad con todos los avatares que la historia nos recuerda y enseña.
En occidente se ha decidido estar en el 2025, primer cuarto en años del siglo XXI, con las realidades que captemos o imaginemos en el planeta y sus rincones, la humanidad y sus culturas
Los adultos y mayores de edad entendemos, por los años vividos, estas expresiones al igual que el enunciado de esta columna de reflexión periodística, primera del 2025.
Las ciencias de la salud y la enfermedad aplicada a las sociedades, también las cataloga en sanas o enfermas, dependiendo de principios y valores respecto a la vida, la enfermedad, su prevención y la muerte en este período de la historia humana y el contexto territorial donde se habite.
La historia de este rinconcito planetario del Cosmos que llamamos Departamento del Cauca con sus Municipios, ha conocido más de muertes que de vidas; resistencias, procesos de lucha para defender vidas y recuperación de territorios ancestralmente propios, prometidos con acuerdos no cumplidos; vivienda donde han llegado desplazados, trabajos con justo salario, y tantas otras maneras que los GOBIERNOS PARA LOS CAMBIOS NECESARIOS, iniciados en este 2022, deberá continuarse por decisión del pueblo beneficiado y consciente de la historia de maltratos acumulada, con sus causas y consecuencias.
El DIALOGO con la gente, sobre tantos temas que aborden desde lo individual y veredal, hasta lo colectivo nacional en contextos con procesos alternativos, regional, continental y más allá, es el medio humano, para que EL BUEN TRATO vaya reemplazando culturalmente los malos tratos que se volvieron tan habituales, tanto, que llegaron hasta masacres y genocidios en esta deshumanizada humanidad.
El final presencial de procesos vitales con legados que con su ejemplo continuarán, nos sorprende con frecuencia, induciendo afectivamente nuestro duelo solidario y acompañamiento a las familias, nuclear y extensa conformadas.
El 24 de diciembre del 2024 y el 11 de enero del 2025, pasaron a otra dimensión de su existencia, los inolvidables compañeros de vida, sueños y procesos: Fausto Arnulfo Collazos Gaviria y Luis Fernando Córdoba Llanos.
Fausto, miembro durante un cuarto de siglo del Proceso caucano RICO BUEN TRATO a la niñez, cuyo buen trato a la NIÑEZ TRABAJADORA, convirtió en preocupación permanente de diferentes grupos humanos, dentro y fuera del Ministerio del trabajo y seguridad social del Cauca y Colombia.
Luis Fernando, llegó a convertirse con su medio siglo de existencia, en Médico Unicaucano universal, por su dedicación, difusión y formación integral en Medicinas alternativas y complementarias, tanto en El Cauca, como Colombia, diversos países suramericanos y europeos.
Liderazgos como los de Fausto y Luis Fernando, son motivo de Memorias motivantes de futuros ya asumidos desde el presente, por sus familias y compañeros de los procesos respectivos, centrados en la Vida y Derechos como los de la salud, la educación, el trabajo y dignidad.
El BUEN TRATO a los duelos entra en la dialéctica de la vida y la naturaleza, incluyéndolo como paradigma cultural necesario que seguiremos aprendiendo, dialogando y compartiendo durante este 2025 y siguientes años.