El senador Iván Cepeda ha presentado una iniciativa para disminuir los salarios de los congresistas colombianos, generando debate en el ámbito político. Militantes del Centro Democrático critican el doble rasero.
Por: Alejandro Zúñiga Bolívar
En Colombia, el salario de los congresistas ha sido tema de debate recurrente debido a su considerable diferencia con el ingreso promedio de los ciudadanos. Actualmente, un congresista percibe un salario mensual que supera los 43 millones de pesos, cifra que ha suscitado críticas y llamados a la reducción por parte de diversos sectores de la sociedad.
El senador Iván Cepeda, miembro del Pacto Histórico, ha retomado esta discusión al proponer una vez más la disminución de los salarios de los legisladores. Su iniciativa busca aliviar la situación fiscal del país y destinar los recursos ahorrados a programas sociales que beneficien a la población más vulnerable. Cepeda expresó: “Por enésima vez les propongo: ¿por qué los congresistas no nos rebajamos sustancialmente los salarios y destinamos esos dineros a los programas sociales?“
Esta propuesta surge en un contexto donde el presidente Gustavo Petro ha manifestado preocupación por el déficit fiscal, atribuido en parte a políticas de gobiernos anteriores. La reducción de salarios en el Congreso se presenta como una medida simbólica y práctica para enfrentar la crisis económica y mostrar solidaridad con la ciudadanía.
Sin embargo, la iniciativa ha encontrado resistencia dentro del mismo Congreso. La senadora Isabel Cristina Zuleta, también del Pacto Histórico, ha expresado su desacuerdo con la reducción salarial. Durante una sesión plenaria, Zuleta comparó el salario de los congresistas con el de los futbolistas, argumentando que ambos requieren esfuerzo y dedicación. Afirmó: “Yo no he visto en los barrios populares que nadie diga: ‘uy, ese futbolista gana mucho’. ¿Saben por qué? Porque la gente del pueblo reconoce a quien se esfuerza.“
Estas declaraciones generaron controversia y críticas, ya que muchos consideran que los salarios de los futbolistas provienen del sector privado, mientras que los de los congresistas son financiados con recursos públicos. Además, Zuleta reveló que parte de su salario lo destina a apoyar campañas políticas, lo que ha suscitado debates sobre la legalidad y ética de dicha práctica.
La discusión sobre la reducción de salarios en el Congreso no es nueva. En anteriores ocasiones, se han presentado proyectos de ley con este objetivo, pero han sido archivados o rechazados.
Por su parte, el Centro Democrático, partido de oposición, ha presentado una propuesta que contempla la reducción de los salarios de los parlamentarios a través de un impuesto del 20%, lo que equivaldría a una disminución de aproximadamente 7 millones de pesos. La senadora Paloma Valencia explicó: “Después de un estudio hemos concluido que lo mejor es revivir el impuesto solidario, el cual propuso este partido durante la pandemia del 20% de los salarios.”