El mandatario señala que la Federación opera con criterios especulativos y advierte que el aumento del precio del café ha generado una crisis fiscal en la nación.
Por: Alejandro Zúñiga Bolívar
En recientes declaraciones, el presidente de Colombia, Gustavo Petro, ha expresado fuertes críticas hacia la Federación Nacional de Cafeteros (FNC), acusándola de manejarse con criterios especulativos que, según él, han contribuido a una crisis fiscal en el país. Estas afirmaciones han generado un intenso debate en torno al papel de la Federación y su impacto en la economía nacional.
El presidente Petro ha cuestionado la estructura y funcionamiento de la FNC, sugiriendo que su gestión beneficia a una élite en detrimento de los pequeños productores. En un evento público, afirmó: “La Federación Nacional de Cafeteros es el ejemplo del robo del café por parte de la oligarquía“. Estas declaraciones reflejan su preocupación por la concentración de poder y recursos dentro de la organización.
Además, el mandatario ha señalado que el incremento en los precios del café, lejos de beneficiar a los caficultores, ha desatado una crisis fiscal en la nación. Según Petro, la especulación en el mercado cafetero ha llevado a una volatilidad que afecta negativamente las finanzas públicas y la estabilidad económica del país.
En respuesta a estas acusaciones, Germán Bahamón, gerente general de la Federación Nacional de Cafeteros, ha defendido la labor de la organización y su compromiso con los productores. Bahamón ha manifestado: “La Federación ha sido el ejemplo de que se pueden hacer las cosas distintas. Mancillar el nombre de la Federación nos entristece y nos indigna“. Asimismo, ha invitado al presidente Petro a un diálogo directo para abordar las inquietudes planteadas y buscar soluciones conjuntas.
La Federación Nacional de Cafeteros es una entidad privada que, desde su creación en 1927, ha representado a los productores de café del país, gestionando el Fondo Nacional del Café y promoviendo la comercialización del grano en los mercados internacionales. Su estructura incluye comités departamentales y municipales, y su máxima autoridad es el Congreso Nacional de Cafeteros, conformado por delegados elegidos por los mismos productores.
El Fondo Nacional del Café es un patrimonio público, financiado principalmente por las contribuciones de los caficultores a través de una cuota por cada libra de café exportada. Estos recursos se destinan a programas de apoyo técnico, investigación, promoción y comercialización del café colombiano. La administración de este fondo por parte de la Federación ha sido objeto de debate, especialmente en relación con la transparencia y eficiencia en el uso de los recursos.
