El evento, organizado por RTVC y previsto para marzo, ha generado debate debido a su elevado costo y a los requerimientos del artista, en medio de una crisis fiscal en Colombia.
Por: Alejandro Zúñiga Bolívar
El próximo 2 de marzo, la Plaza de Bolívar en Bogotá será el escenario de “El Concierto de la Esperanza“, un evento gratuito protagonizado por el artista puertorriqueño Residente. Este concierto, organizado por RTVC, la entidad pública de radio y televisión de Colombia, ha suscitado controversia debido a su elevado costo y al contexto económico actual del país.
Según documentos compartidos por el concejal Daniel Briceño, el evento tendrá un costo total de $3.965.523.131 pesos colombianos, aproximadamente un millón de dólares. De este monto, $2.185 millones están destinados al pago de los honorarios de Residente y su equipo, mientras que el resto se asignará a gastos de producción y logística.
El pago al artista se realizará en dos partes: un primer desembolso de mil millones de pesos al momento de la firma del contrato, que cubre la reserva de la fecha y los derechos de transmisión televisiva, y un segundo pago de $2.965.523.131 pesos tras la certificación del cumplimiento de las obligaciones contractuales.
Los documentos contractuales también detallan las exigencias para los camerinos del artista y su equipo. Para Residente, se solicitan dos sofás grandes, un espejo de cuerpo entero, un perchero con ganchos y cuatro sillas. En cuanto a bebidas, se especifica agua de marcas como Evian o Fiji, agua de coco, Gatorade, cerveza con más del 7% de alcohol y una botella de Ron Añejo Zacapa. La cena para cinco personas debe incluir opciones de dieta pescetariana, como ensalada, pescado y vegetales.
Para los músicos, se requieren ocho sillas, dos sofás, espejos de cuerpo completo, perchero, steamer y acceso a internet de alta velocidad. Las bebidas y alimentos solicitados incluyen jugos naturales, sodas, Gatorade, tablas de carnes y quesos, frutas frescas y barras de granola.
El alto costo del evento ha generado críticas, especialmente en un momento en que Colombia enfrenta dificultades económicas y recortes presupuestales. El concejal Daniel Briceño ha sido uno de los principales críticos, señalando que los ciudadanos asumirán el costo no solo del concierto, sino también de los requerimientos del artista y su equipo. En sus redes sociales, Briceño compartió: “Aquí algunos de los requerimientos que pagaremos los colombianos para los camerinos del artista y músicos, botellas malbec, ron añejo Zacapa, cervezas, cenas, desayunos etc.“
Por otro lado, algunos defensores del evento argumentan que las inversiones en cultura y entretenimiento son importantes para el bienestar social y pueden servir como símbolos de esperanza en tiempos difíciles. Sin embargo, la magnitud del gasto en este caso ha llevado a un debate sobre las prioridades del gasto público.
Este debate se enmarca en un contexto de recortes presupuestales anunciados por el Gobierno Nacional, que busca reducir el gasto en diversas áreas para enfrentar la crisis fiscal. Algunos sectores han cuestionado la coherencia de financiar eventos de alto costo mientras se implementan recortes en otras áreas esenciales.
Además del concierto de Residente, se han señalado otros gastos gubernamentales que han generado polémica. Por ejemplo, la contratación de Nerú Martínez Carrillo, coreógrafo y entrenador deportivo, por parte del Departamento Administrativo de la Presidencia de la República (Dapre), ha sido objeto de críticas debido a su costo y pertinencia en el actual contexto económico.