En audiencias de la Jurisdicción Especial para la Paz en Cali, exlíderes de las FARC admiten su participación en secuestros, mientras víctimas relatan abusos y torturas, buscando reconciliación y justicia.
Por: Alejandro Zúñiga Bolívar
La Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) ha llevado a cabo audiencias en Cali, donde excomandantes de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) han reconocido su responsabilidad en secuestros cometidos durante el conflicto armado. Estas sesiones han permitido a las víctimas narrar sus experiencias de abuso y tortura, abriendo un espacio para la verdad y la justicia.
Las audiencias, realizadas en el Auditorio Alfonso Borrero Cabal de la Universidad Javeriana de Cali, forman parte del macrocaso 01 de la JEP, que investiga la toma de rehenes y otras privaciones graves de la libertad por parte de las FARC. Este caso es uno de los más avanzados de los 11 que lleva la JEP, con más de 4.000 víctimas acreditadas, de las cuales al menos el 8% sigue desaparecido.
Durante las sesiones, excombatientes reconocieron cómo sometían a sus víctimas a todo tipo de sufrimientos y torturas. Estas confesiones se dan en medio de la audiencia regional de reconocimiento de verdad por los secuestros cometidos en el suroccidente de Colombia.
La magistrada Julieta Lemaitre, de la JEP, calificó a las FARC como una “gran máquina de secuestro” durante la audiencia, resaltando la magnitud y sistematicidad de estos crímenes.
Por su parte, las víctimas han compartido relatos desgarradores de los abusos sufridos. Testimonios de torturas, abusos sexuales y condiciones inhumanas de cautiverio han salido a la luz, evidenciando el profundo impacto que estos crímenes han tenido en sus vidas y en la sociedad colombiana en general.
La participación de los excomandantes en estas audiencias es un paso crucial en el proceso de justicia transicional que vive Colombia. Al aceptar su responsabilidad, buscan contribuir a la verdad y facilitar la reparación de las víctimas, elementos esenciales para la reconciliación y la construcción de una paz duradera.
Sin embargo, este proceso también ha generado diversas reacciones en la sociedad. Algunos sectores consideran que las confesiones y reconocimientos son insuficientes y exigen sanciones más severas para los responsables. Otros, en cambio, ven en estas audiencias una oportunidad para sanar heridas y avanzar hacia la reconciliación.
El presidente de la JEP, Alejandro Ramelli, ha destacado la importancia de estas audiencias, señalando que “nuestro mayor éxito es resolver hechos que nunca se habían investigado“. Ramelli enfatizó que la participación activa de las víctimas y los recursos legales interpuestos han sido clave en la complejidad de emitir sentencias en los once macrocasos abiertos.
La comunidad internacional también ha seguido de cerca este proceso. Organizaciones de derechos humanos han elogiado el trabajo de la JEP y la valentía de las víctimas al compartir sus testimonios, al tiempo que instan al Estado colombiano a garantizar la protección de quienes participan en estas audiencias y a asegurar que se haga justicia.