La líder opositora venezolana María Corina Machado reapareció en Caracas para encabezar protestas en rechazo a la inminente toma de posesión de Nicolás Maduro, convocando a la ciudadanía a movilizarse por el cambio político en el país.
Por: Alejandro Zúñiga Bolívar
Ayer, en vísperas de la posesión de Nicolás Maduro para un nuevo mandato presidencial, la líder opositora María Corina Machado emergió de la clandestinidad para encabezar una multitudinaria manifestación en Caracas. Tras más de cuatro meses sin apariciones públicas debido a amenazas contra su vida, Machado se presentó ante cientos de seguidores en la capital venezolana, proclamando: “No tenemos miedo”.
Las protestas, que también se replicaron en ciudades internacionales como Madrid, buscan denunciar lo que la oposición considera un fraude electoral en las elecciones presidenciales de julio de 2024. Edmundo González, candidato opositor, ha afirmado contar con actas que certifican su victoria, aunque las autoridades electorales proclamaron a Maduro como ganador sin publicar los resultados detallados.
Durante las protestas, Machado fue detenida por fuerzas de seguridad del Estado. Según su partido, Vente Venezuela, fue interceptada violentamente y obligada a grabar varios vídeos durante su retención. La detención de Machado provocó una ola de condenas internacionales y llamados inmediatos a su liberación. Edmundo González Urrutia, reconocido por la oposición como presidente electo, exigió su liberación inmediata y advirtió a los cuerpos de seguridad venezolanos sobre las consecuencias de sus acciones.
Horas después, Machado fue liberada, aunque las circunstancias de su detención y las condiciones de su liberación siguen siendo confusas. Altos funcionarios del chavismo negaron la detención, mientras que videos difundidos mostraban a Machado asegurando estar bien, aunque con el rostro parcialmente oculto.
La comunidad internacional ha expresado su “total condena y preocupación” por la detención de Machado y ha llamado a la protección de la integridad física y derechos de expresión de todos los ciudadanos, especialmente de los líderes opositores. Países como España, Italia, Panamá y Argentina se han unido al reclamo por su libertad, calificando las acciones del régimen de Maduro como represivas e ilegítimas y responsabilizándolo de la seguridad de Machado.
La situación de María Corina Machado refleja la creciente tensión política en Venezuela, donde las voces críticas al régimen enfrentan constantes amenazas y represalias. La oposición venezolana interpreta estos eventos como un punto de quiebre clave en su lucha contra el chavismo, mientras la comunidad internacional sigue de cerca los acontecimientos, preocupada por la estabilidad y el respeto a los derechos humanos en el país.
