
En la audiencia jubilar en la Basílica de San Pedro, el Papa expresa su preocupación por la situación en Oriente Medio e invita a un compromiso colectivo para liberar al mundo de la «amenaza nuclear», a través de «un encuentro respetuoso y un diálogo sincero».
Nadie debería amenazar jamás la existencia del otro. ¡Es deber de todos los países apoyar la causa de la paz, iniciando caminos de reconciliación y favoreciendo soluciones que garanticen la seguridad y la dignidad para todos!
La primera audiencia jubilar del Papa León XIV, la primera tras la interrupción debida a la enfermedad y muerte de Francisco, tiene lugar en un momento histórico marcado por «noticias que suscitan gran preocupación». Es decir, tiene lugar después del estallido de las tensiones entre Israel e Irán, tras los ataques israelíes de hace dos días en el corazón de la República Islámica y la posterior respuesta iraní sobre Tel Aviv y, en parte, sobre Jerusalén.
Se produce por los acontecimientos caracterizados por el uso de misiles, explosiones, alarmas y columnas de humo, y en medio de peticiones para que se ponga fin a los ataques, por un lado, y amenazas de respuestas con misiles, por otro. En definitiva, en un momento en el que se teme el inicio de un tercer conflicto de alcance probablemente incontrolable.
Responsabilidad y razón
«La situación en Irán e Israel se ha deteriorado gravemente», afirma el Pontífice al término de los saludos en varios idiomas tras la catequesis, en una basílica de San Pedro abarrotada por unos 6 000 fieles. Sus ojos están fijos en la hoja blanca, pero es su corazón, angustiado por esta escalada, el que habla. El Papa pronuncia dos palabras muy precisas en su llamamiento: «Responsabilidad», hacia su propio pueblo y hacia el mundo, y «razón», para no ceder a la furia ciega. En un momento tan delicado, deseo renovar un llamamiento a la responsabilidad y a la razón.
Un mundo libre de la amenaza nuclear

El compromiso al que apela el Papa León XIV es, en la estela de sus predecesores y de las posiciones expresadas muchas veces por la Santa Sede, el de «construir un mundo más seguro y libre de la amenaza nuclear». Esto, dice, «debe perseguirse mediante el encuentro respetuoso y el diálogo sincero para construir una paz duradera, fundada en la justicia, la fraternidad y el bien común».
De ahí la invitación del Obispo de Roma -que en su catequesis instó a “construir puentes donde hoy hay muros”- se dirige a “todos los países” del mundo para que se unan no en alianzas y facciones, sino para apoyar la “causa de la paz”. La que parece cada vez más un espejismo, en esta era de la tercera guerra mundial «en pedazos».
Situación actual
La tensión entre Israel e Irán continúa en aumento tras los ataques que ambos países han intercambiado desde el viernes. El Ministerio de Salud de Irán informó de al menos 224 muertos, el 90% de ellos civiles.
En tanto, los servicios de emergencia israelíes informaron que 19 personas murieron y más de un centenar resultaron heridas por los ataques con misiles de Irán desde el inicio de la contienda. Las ciudades de Tel Aviv, Haifa y Jerusalén fueron objetivo de esta última oleada de bombardeos iraníes, en los que al menos 5 personas en la madrugada del lunes.
El ministro de Exteriores israelí amenazó con que los residentes de Teherán “pagarán el precio” de los ataques sobre Israel.