
Un camión cargado con cilindros explosivos detonó este jueves 21 de agosto cerca de la Escuela Militar de Aviación Marco Fidel Suárez, en Cali, dejando al menos seis personas muertas y alrededor de 60 heridas. El ataque sacudió una de las zonas más transitadas y puso en alerta a toda la ciudad.
Redacción El Liberal.
La explosión ocurrió aproximadamente a las 14:50 horas, según la Alcaldía de Cali, y se sintió en barrios vecinos como Villa Colombia. La base militar, junto con residencias y comercios, fue impactada por la onda expansiva, que causó daños materiales significativos. Horas después, se reportó la presencia de un segundo vehículo con cilindros que pudo ser desactivado sin detonar.
El alcalde Alejandro Éder expresó: “Cali vuelve a ser víctima de un atentado narcoterrorista. No permitiremos que el miedo imponga silencio. Reforzamos la seguridad y ofrecemos hasta 400 millones de pesos por información útil para capturar a los responsables”.

La Fuerza Aeroespacial Colombiana condenó el ataque e informó que se activó un Puesto de Mando Unificado para coordinar atención, investigación y refuerzo de seguridad en la ciudad. Se prohibió el tránsito de vehículos de carga pesada durante la noche como medida preventiva.
“Ese acto fue una reacción terrorista del Estado Mayor Central, disidencias de las FARC que operan en la zona del Cauca. Esto no puede quedar impune”, denunció el presidente Gustavo Petro a través de su cuenta oficial en X.
Este atentado ocurre luego de una ofensiva militar contra el frente Carlos Patiño en el Cañón del Micay, en Cauca. Petro sostuvo que este ataque constituye “una reacción desesperada” de las disidencias ante el avance del Estado en la región.
La magnitud del atentado ha generado gran conmoción. Entidades de socorro continúan atendiendo a los heridos, mientras la Defensoría del Pueblo y ONG advierten sobre el impacto en la tranquilidad ciudadana y en la tranquilidad de la ciudad, que estaba recuperándose tras recientes episodios violentos.




