En lo más alto de la cordillera, donde el olvido parecía haberse vuelto costumbre, hoy resuena el motor de la esperanza.
Esta iniciativa nace del compromiso de la administración municipal, liderada por el alcalde Jhon Jairo Fuentes, con el desarrollo integral del campo, apostando por la educación técnica como herramienta de empoderamiento juvenil y dinamización económica local.
“Llevar educación hasta el corazón de la cordillera no es solo un acto institucional, es una declaración de justicia social”, afirmó Rosa Mileidy Cruz, secretaria de la SEDAM, quien ha liderado este proceso con el equipo técnico territorial.
Con este curso, decenas de jóvenes de Santa Cruz —muchos de ellos hijos de campesinos, jornaleros y pequeños productores— acceden por primera vez a una formación certificada, que les permitirá no solo adquirir habilidades para la reparación y mantenimiento de motocicletas, sino también emprender sus propios talleres o prestar servicios en su comunidad.
En un territorio donde las motos no son solo un medio de transporte, sino una herramienta de vida, esta formación responde directamente a una necesidad real del entorno rural, abriendo puertas al empleo y al emprendimiento.
Este esfuerzo hace parte de una estrategia más amplia de la SEDAM para fortalecer las capacidades productivas y técnicas en el sector rural, en coherencia con los principios del desarrollo agroecológico, la justicia territorial y el cumplimiento del Acuerdo de Paz.
Santa Cruz, que alguna vez fue símbolo de abandono, hoy se perfila como ejemplo de transformación desde lo comunitario. Porque cuando la educación llega al campo, la dignidad deja de ser promesa y se convierte en presente.
