Un joven de 15 años fue asesinado en Cauca tras negarse al reclutamiento forzado por parte de grupos armados ilegales, resaltando la alarmante situación de los menores en la región.
Por: Alejandro Zúñiga Bolívar
Un trágico suceso pone de manifiesto la crítica situación de los menores de edad en la región. Un adolescente de 15 años fue asesinado tras resistirse al reclutamiento forzado por parte de grupos armados ilegales, presuntamente disidencias de las FARC.
La Defensora del Pueblo, Iris Marín, expresó su profundo dolor ante este hecho y reiteró que el reclutamiento de niños, niñas y adolescentes menores de 18 años es un crimen de guerra, absolutamente prohibido por el ordenamiento jurídico colombiano. Marín destacó que el Cauca sigue siendo el epicentro con mayor reclutamiento de menores en Colombia, con 214 casos reportados hasta el 3 de diciembre de 2024. De estos, más del 51% corresponden a víctimas indígenas, lo que refleja una afectación desproporcionada en las comunidades étnicas de la región.
El representante a la Cámara, Óscar Campo, hizo un llamado urgente a las autoridades y a la comunidad educativa de los municipios más afectados por el reclutamiento, instando a desplegar campañas agresivas de prevención y establecer rutas claras de denuncia y protección para las víctimas. Campo enfatizó que los números son escandalosos e inhumanos, y que se está perdiendo la batalla contra este flagelo.
El Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF) también se pronunció, rechazando el asesinato del adolescente y expresando sus más sentidas condolencias a la familia. La entidad reiteró su compromiso en la protección de los derechos de los niños, niñas y adolescentes, y en la lucha contra el reclutamiento forzado.
El reclutamiento forzado de menores es una de las violaciones más graves al Derecho Internacional Humanitario. Según la Defensoría del Pueblo, en 2023 se registraron 184 casos documentados, afectando especialmente a departamentos como Cauca, Nariño y Chocó. Sin embargo, organizaciones como Save the Children advierten que la cifra real podría ser significativamente mayor debido al alto subregistro.
La Oficina del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos en Colombia ha expresado de forma reiterada su preocupación por la situación que viven los pueblos indígenas en el Cauca en el marco de un recrudecimiento de la violencia y del conflicto armado interno. La representante para Colombia de esta oficina, Juliette de Rivero, ha intervenido en diversas ocasiones ante organismos internacionales, destacando la necesidad de implementar medidas urgentes para proteger a los menores de edad en la región.
El Consejo Regional Indígena del Cauca (CRIC) ha denunciado un incremento alarmante de los casos de reclutamiento de menores de edad por parte de los grupos armados que hacen presencia en las zonas. En lo corrido del año, se han reportado 164 casos de reclutamiento de menores entre los 12 y 15 años, según lo confirmado por el observatorio de derechos humanos del CRIC.
La situación es aún más crítica en comunidades indígenas, donde se ha reportado que cerca del 70% de los combatientes serían niños víctimas de reclutamiento forzado. Autoridades indígenas tienen registro de entre 850 y 900 menores reclutados en los últimos cuatro años, lo que evidencia la magnitud del problema en estas comunidades.
La Defensoría del Pueblo ha alertado a las autoridades nacionales por el incremento del fenómeno del reclutamiento de niñas, niños y adolescentes por parte de los grupos armados ilegales que operan en el norte del departamento del Cauca. La entidad ha instado a tomar medidas urgentes para proteger a la niñez y adolescencia de estas prácticas atroces.
En respuesta a esta problemática, la Embajada de Estados Unidos y la Universidad del Cauca han establecido una alianza para combatir el reclutamiento forzado de niños, niñas y jóvenes. El encuentro, llevado a cabo en el emblemático Paraninfo de la Universidad del Cauca en Popayán, reunió a representantes del Gobierno nacional, instituciones locales, organizaciones no gubernamentales, liderazgos étnicos y sociales, así como a expertos en derechos humanos, con el objetivo de diseñar estrategias conjuntas para enfrentar este flagelo.
A pesar de estos esfuerzos, la realidad en el terreno sigue siendo desalentadora. Testimonios de defensores de derechos humanos indican que, al día, al menos un niño es reclutado en el departamento del Cauca. En los últimos tres meses, al menos siete niños entre 12 y 15 años han desaparecido, y los padres de los menores han manifestado que sus hijos se niegan a ir a la escuela por temor al reclutamiento. El menor que se resiste es asesinado, lo que genera un ambiente de terror y desprotección en las comunidades.
El asesinato de este adolescente de 15 años en el Cauca es un recordatorio doloroso de la urgencia de implementar medidas efectivas para proteger a los menores de edad en Colombia. Es imperativo que el Estado, la comunidad internacional y la sociedad en su conjunto redoblen esfuerzos para erradicar el reclutamiento forzado y garantizar un entorno seguro y propicio para el desarrollo integral de niños, niñas y adolescentes en el país.
