
En el corazón del corregimiento de Don Alonso, municipio de Patía, la comunidad no fue convocada para asistir a una jornada.
Durante la jornada se atendieron problemáticas sensibles pero urgentes. Una de las más destacadas fue la Ruta de Certificación de Discapacidad, que permite a personas con condiciones especiales acceder a programas de salud y asistencia estatal. A su vez, se promovió el Sistema General de Seguridad Social en Salud (SGSSS), destacando la importancia de estar afiliado a una EPS y de usar los canales institucionales como el sistema de PQRS para denunciar fallas y acceder a un mejor servicio. Es decir, se educó y empoderó al ciudadano desde su realidad cotidiana.
En paralelo, se desplegó una campaña de salud mental y bienestar social, con enfoque preventivo. Lejos de discursos médicos fríos, el mensaje fue claro: el autocuidado emocional y familiar también salva vidas.
Uno de los momentos más sensibles de la jornada fue el desarrollo de la campaña “Me la juego por la niñez, no al trabajo infantil”, dirigida a padres y cuidadores. Más que un mensaje, fue una conversación de fondo: ¿qué infancia queremos proteger? ¿Qué futuro estamos construyendo si obligamos a nuestros niños a madurar con el peso de necesidades que no les corresponden?
Educación con pantalla, pero con propósito

En las instituciones educativas, la jornada tomó un giro artístico, pero profundamente educativo. A través de la ruta de cine foro “Pantallas y Sonrisas – Patía 365”, se utilizaron piezas audiovisuales para sembrar valores, promover el pensamiento crítico y despertar la expresión creativa. El cine no fue entretenimiento, fue herramienta pedagógica.
Otra de las campañas que tocó fibras fue “Ponte en mi lugar”, una iniciativa por la empatía hacia las personas con discapacidad. Desde la forma de mirar, de tratar y de convivir, se invitó a transformar el aula y la comunidad en un entorno más humano e incluyente.
Turismo con raíz comunitaria
Lejos de los folletos turísticos que idealizan, en Don Alonso se apuesta por un turismo con alma. La Alcaldía promueve un modelo comunitario y educativo, que reconoce la identidad, los saberes y la historia del territorio como activos culturales y motores de desarrollo. Un tipo de turismo que no llega a imponer, sino a dialogar.
Lo que se vivió en Don Alonso no fue un acto protocolario, ni una visita técnica. Fue la materialización de una visión de gobierno. El alcalde Jhon Jairo Fuentes, oriundo de esta tierra de raíces campesinas, no solo respalda estas acciones: las encarna. Ha repetido en distintos escenarios que gobernar no es despachar desde una oficina, sino “caminar con la gente, escuchar desde el territorio y construir soluciones con las manos abiertas, no con el escritorio cerrado”.