En una muestra de articulación interinstitucional por el cuidado del entorno urbano, la Alcaldía de Popayán, en alianza con la empresa URBASER, llevó a cabo una jornada de reconocimiento a la comunidad del Valle del Ortigal por su ejemplar gestión de residuos sólidos y compromiso con la limpieza del sector.

Redacción El Liberal
“Hoy identificamos que esta comunidad con todo ese trabajo de unión, de articulación, de buen manejo de los residuos, fortaleciendo, favoreciendo el medio ambiente, ha sido merecedora de un parque infantil renovado que va a ser en beneficio de todos los niños, de las niñas, de los jóvenes, de toda la comunidad. Un espacio para disfrutar, un espacio lúdico que va a ser generador de alegría, de unidad y de seguir trabajando en comunidad”, señaló desde la Administración Municipal, el Secretario General Edwin Heiver Muñoz.
Desde hace años, esta comunidad ha demostrado que la organización y el sentido de pertenencia son claves para lograr transformaciones reales. Así lo señaló María Virginia Pantoja, gerente de URBASER, al destacar que: “Cada edificio tiene su contenedor, lo cuidan, lo abren únicamente el día que pasa el carro recolector, y eso ha permitido que un problema que tenían antes de sanidad, ahora se traduzca en un barrio limpio y con mejor calidad de vida”. A esta labor se suma el acompañamiento constante por parte de la empresa, que hoy entregó un parque infantil renovado como reconocimiento simbólico al esfuerzo colectivo de la comunidad.
La iniciativa no es nueva: comenzó hace más de ocho años, cuando se entregaron los primeros contenedores. Desde entonces, líderes del sector como Hermencia Alvear han impulsado procesos que buscan fomentar una cultura ambiental que trascienda lo barrial. “Esto no solamente depende de una empresa, sino también de la comunidad; depende de nosotros como seres humanos”, afirmó.
La experiencia también ha tenido un componente organizativo destacado. Adiela Gómez, residente del sector, recordó cómo el compromiso nació desde la administración de las unidades residenciales: “Nos acordamos mucho un 18 de julio del 2018, que fue la primera llegada de los contenedores. Ahí comenzamos cada una de las torres a hacer reuniones y a sensibilizar para lograr colaboración entre todos”. Medidas como evitar el uso de candados para facilitar la disposición adecuada de residuos o asumir colectivamente el mantenimiento de los contenedores han marcado la diferencia.