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Tertulia Anarkos

La tertulia literaria Anarkos, dirigida por el poeta y gestor cultural Marco Antonio Valencia Calle, volvió a congregar a los amantes del arte y la palabra el pasado 27 de mayo en el Café Las Musas, tercer piso del Teatro Municipal Guillermo Valencia de Popayán.

En esta ocasión, el encuentro rindió homenaje a dos figuras luminosas de la cultura colombiana: el maestro de las artes plásticas Efraím Martínez Zambrano y la poeta fundacional Matilde Espinosa, en una velada que conjugó memoria, historia, poesía y reflexión.

El eje central del evento fue un conversatorio con Ricardo “Tato” Martínez, nieto del pintor, quien ofreció una mirada íntima y lúcida sobre la vida y obra de su abuelo, así como sobre la dimensión humana y artística de Matilde Espinosa, quien fuera su abuela y figura fundamental en el despertar de la poesía con sentido social en Colombia. Las anécdotas personales, los datos históricos y la lectura emotiva de textos permitieron a los asistentes conocer más allá del canon a estos dos protagonistas del arte nacional.

Efraím Martínez: la luz de Popayán en el lienzo

Nacido en Popayán en 1898, Efraím Martínez fue uno de los grandes maestros del arte colombiano del siglo XX. Su obra más icónica, La Apoteosis de Popayán, no solo resume su maestría en el dibujo y el uso de la luz, sino que también es un canto visual a la historia de su ciudad natal. El conversatorio destacó su formación internacional, su paso por Europa y su compromiso con el arte como un vehículo de identidad y legado. El público recordó también su papel como director de la Escuela de Bellas Artes de la Universidad Nacional y su incursión en la fotografía artística.

–El gran aporte de Martínez –dijo Ricardo– fue enseñarnos a entender que la luz y la tempestad de Popayán son únicas en el mundo. La apoteosis no es un cuadro de personajes, es un cuadro que pinta la naturaleza, la atmósfera y el clima de nuestra ciudad. Pero sobre todo su gran tema: La tempestad, al que le dedica muchas obras.

Matilde Espinosa: voz femenina de la dignidad y el dolor

La evocación de Matilde Espinosa fue uno de los momentos más conmovedores de la tertulia. Poeta nacida en el Tierradentro profundo, Espinosa es reconocida como una de las pioneras de la poesía contemporánea en Colombia. Su palabra, profundamente ética, se alzó contra la violencia, el desarraigo, la injusticia y la exclusión femenina. Con más de catorce libros publicados, su obra traza un recorrido por las heridas del país, pero también por sus paisajes interiores y espirituales. Su historia personal —marcada por su valentía al separarse de Efraím en un tiempo que no perdonaba la autonomía femenina— fue narrada con respeto y admiración, resaltando su papel como símbolo de resistencia y libertad.

–Matilde fue un personaje arrollador en su tiempo. Comenzó a publicar a los 45 años y escribió diez libros. A donde llegaba se robaba la mirada de todo el mundo. No era ostentosa, pero era divertida, cuidadosa de sus maneras y vestir, tenía una personalidad sencilla y carismática. Era una mujer buena y divertida -Cuenta su nieto Ricardo.

Anarkos como espacio de creación y proyección

Además del homenaje, la tertulia fue espacio de construcción. Marco Antonio Valencia Calle, fiel a su vocación de sembrador cultural, lanzó las primeras ideas para la organización del Segundo Encuentro Internacional de Poesía “Popayán, capital mundial de la poesía”, una apuesta que promete seguir posicionando a la ciudad como un faro literario de América Latina. La convocatoria abierta al diálogo, el cruce de generaciones y el entusiasmo palpable entre los asistentes dejaron entrever que la semilla está germinando.

La tertuliaAnarkos

La tertulia Anarkos no es solo un encuentro entre amigos de la palabra, es una experiencia de memoria activa, un punto de encuentro para el alma crítica y sensible de Popayán. El homenaje a Efraím Martínez y Matilde Espinosa no solo rescató dos legados esenciales para el arte y la poesía colombiana, sino que reafirmó el compromiso de este espacio con la promoción de la cultura como acto de resistencia, amor y creación colectiva.

Popayán, una vez más, vibró con la fuerza del arte. Y Anarkos, fiel a su espíritu, nos recordó a través de Efraím y Matilde, que la palabra y la imagen siguen siendo trincheras luminosas frente al olvido.

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