Después de dos días de suspensión, los colegios de Popayán vuelven a abrir sus puertas, mientras persisten las recomendaciones para proteger la salud de los niños frente a la actividad del volcán Puracé.
Por: Alejandro Zúñiga Bolívar
Hoy, los colegios de Popayán retoman sus actividades tras dos días de suspensión decretados por la Secretaría de Educación Municipal. La medida fue tomada como precaución ante la caída de ceniza provocada por la reciente actividad del volcán Puracé, que afectó diferentes zonas de la ciudad y generó preocupación por sus efectos en la salud de los estudiantes.
La decisión de suspender las clases fue recibida con comprensión por parte de la comunidad educativa, ya que el principal objetivo era proteger a los niños, un grupo especialmente vulnerable frente a los riesgos asociados a la ceniza volcánica. Según el comunicado emitido por la Secretaría, estas partículas pueden causar irritación respiratoria, ocular y cutánea, lo que motivó a las autoridades a priorizar la seguridad de los menores.
Con la reanudación de las clases, las instituciones educativas han implementado medidas de higiene y prevención para minimizar la exposición de los estudiantes a la ceniza. Desde la limpieza exhaustiva de las aulas hasta la recomendación de que los niños usen mascarillas en caso de ser necesario, las acciones buscan garantizar un retorno seguro.
El retorno a las aulas también ha sido una oportunidad para que docentes y directivos refuercen la educación en torno a la gestión de riesgos. En algunas instituciones, los maestros han dedicado tiempo a explicar a los estudiantes cómo actúa la ceniza volcánica y por qué es importante tomar medidas preventivas. Esta estrategia busca no solo proteger a los niños, sino también empoderarlos con conocimiento para enfrentar futuros eventos similares.