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Popayán una ciudad desbordada

Por: Carlos Alberto Gómez Fernández, Arquitecto

SOCIEDAD COLOMBIANA DE ARQUITECTOS REGIONAL CAUCA.

Popayán es una ciudad mediana con enfermedades de ciudades grandes, el crecimiento desbordado sobre el suelo rural es un síntoma de ello, es un mal síntoma.

En la actualidad hay muchos aspectos relacionados con el deterioro ambiental del planeta que llaman la atención de los gobiernos y las entidades ambientalistas; por ello los ciudadanos escuchamos con frecuencia información sobre el deterioro de los ecosistemas, la contaminación de las aguas, la desorbitante producción de residuos, la deforestación, el cambio climático y otros. Dentro de esa colección de patologías hay una que poco se menciona en los medios de comunicación o en los programas educativos: Es el crecimiento desmedido e incontrolado de las ciudades, desparramadas sobre el campo o suelo rural, patología que se presenta no solo en las grandes ciudades, también en las medianas y pequeñas, y Popayán es una de ellas.

Popayán, quién lo creyera, la ciudad reconocida por los eventos culturales como la semana santa y el festival gastronómico, Popayán la ciudad universitaria, es hoy un núcleo urbano pequeño que tiende a ser mediano, con enfermedades de ciudad grande.

Entre las enfermedades reconocidas en otras ciudades de Colombia, para no ir más lejos, están la congestión vial, la insuficiencia del transporte público urbano, la generación de periferias en condición de subnormalidad o precariedad, la conformación de sectores urbanos dominados por la delincuencia, asentamientos humanos en condición de amenaza por deslizamientos e inundaciones, entre otras….

En el año 2002 el Plan de Ordenamiento Territorial planteó una visión de territorio basada en un principio que aún es vigente: la búsqueda de la sostenibilidad. Equilibrar el crecimiento de la ciudad y que el suelo rural se destinara a sus funciones ambientales, a la protección de sus habitantes y a la producción de alimento. Una de las decisiones de ese POT, para orientar el crecimiento de la ciudad y evitar su dispersión se basó en otro concepto conocido como la ciudad compacta. La compacidad de una ciudad, pequeña o mediana, ofrece a sus habitantes la posibilidad de optimizar los recursos para el transporte, la distribución adecuada de servicios públicos, mejora las equidistancias entre usuarios y equipamientos, regula el impacto negativo sobre los ecosistemas, aporta al sentido de pertenencia por parte de los habitantes y evita la conformación de islas desconectadas de la estructura urbana general, entre otras cosas.

A partir de su núcleo fundacional, la ciudad de Popayán creció y se alargó tanto hacia el norte como hacia el occidente, siguiendo la conexión con el departamento del Valle del Cauca y la conexión con el municipio de el Tambo. Ese crecimiento, hasta hace un poco más de dos décadas estaba escoltado por los cerros tutelares del oriente y del sur occidente, pero hoy, la multiplicación de urbanismos formales e informales se han dispersado sobre el suelo rural…. hacia el nor-occidente y sur-occidente de lo que el POT propuso como suelo urbano. Es un desastre para el modelo de ocupación, es un caos para el manejo ambiental, es un problema inmanejable para la sostenibilidad. Eso representa un problema, una enfermedad que se reproduce de forma incontrolada.

Los planes de ordenamiento se formularon dentro del marco de la Ley 388 de 1997, en la cual con toda claridad se expresa que al Suelo rural lo constituyen los terrenos no aptos para el uso urbano, por razones de oportunidad, o por su destinación a usos agrícolas, ganaderos, forestales, de explotación de recursos naturales y actividades análogas. Por ello la dispersión urbana sobre el suelo rural va en contra de esas normas estructurantes… y al parecer no hay manera de solucionar ni de frenar esa triste realidad.

Al observar la silueta del suelo urbano que ofreció el POT del año 2002 se le encontraba una similitud a un lagartico… hoy ese personaje se ha transformado en un Gotzila de ficción, incontrolado que más que una caricatura es una cruel radiografía de la problemática de la cual la ciudadanía en general no es consciente. A los que sentimos amor por nuestra ciudad y nuestro territorio nos duele que nuestra ciudad esté desbordada y se haya perdido la ciudad compacta.

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