El reconocimiento legal del monte Taranaki en Nueva Zelanda como entidad con derechos propios plantea algunas preguntas respecto de las reivindicaciones de comunidades indígenas en Popayán frente al Morro de Tulcán.
Por: Alejandro Zúñiga Bolívar
El monte Taranaki, ubicado en la Isla Norte de Nueva Zelanda, ha sido reconocido legalmente con personalidad jurídica. Esto significa que, a partir de ahora, la montaña posee derechos y responsabilidades equivalentes a los de una persona. Esta decisión busca proteger el valor cultural y espiritual que la montaña representa para las comunidades indígenas maoríes de la región, quienes la consideran un ancestro y parte integral de su identidad.
Este reconocimiento implica que cualquier daño o alteración al monte Taranaki se interpretará como una afectación directa a los derechos de las comunidades indígenas locales. La medida tiene como objetivo garantizar la preservación y el respeto hacia este sitio sagrado, asegurando su protección para las generaciones futuras.
En nuestra ciudad, existen situaciones que guardan similitudes con este caso. Comunidades indígenas, como el pueblo Misak, han venido realizando reclamaciones sobre derechos ancestrales en la meseta de Popayán y, más recientemente, con el Morro de Tulcán, también conocido como la Pirámide de Tulcán.
El Morro de Tulcán es considerado el principal sitio arqueológico de Popayán. Consiste en una elevación en forma de pirámide truncada, que data aproximadamente entre los años 800 d.C. y el siglo XIII d.C. Este lugar ha sido objeto de diversas interpretaciones y disputas a lo largo del tiempo. Mientras algunos lo ven como un símbolo de la fundación española de la ciudad, otros, especialmente las comunidades indígenas, lo consideran un sitio sagrado y ceremonial de gran importancia histórica y cultural.
En septiembre de 2020, miembros de la comunidad Misak derribaron la estatua del fundador/conquistador español Sebastián de Belalcázar, que había sido erigida en la cima del Morro de Tulcán en 1940. Este acto fue una manifestación de rechazo hacia símbolos que, según las comunidades indígenas, representan opresión y colonización. Además, buscaba reivindicar la memoria de sus ancestros y resaltar la importancia del Morro como patrimonio indígena. El debate ha sido tan intenso que, a la fecha, la estatua del fundador/colonizador español aún no ha sido restablecida en su pedestal ni reubicada.
Tras este suceso, se generó un debate sobre la representación y el significado de los monumentos públicos, así como sobre la necesidad de reconocer y respetar los sitios sagrados de las comunidades indígenas. La Alcaldía de Popayán emitió un comunicado afirmando que el Morro de Tulcán es patrimonio arqueológico de la Nación y que cualquier intervención en el sitio debe ser precedida por estudios arqueológicos y contar con la aprobación del Instituto Colombiano de Antropología e Historia (ICANH).
Por su parte, el Consejo Regional Indígena del Cauca (CRIC) respaldó la acción del pueblo Misak, señalando que “el derribamiento de la estatua es un acto de justicia histórica y una reivindicación de la memoria de nuestros pueblos indígenas“. Esta postura refleja el sentir de las comunidades que buscan el reconocimiento y la protección de sus lugares sagrados y ancestrales.
El caso del monte Taranaki en Nueva Zelanda y las reivindicaciones en torno al Morro de Tulcán en Popayán ponen de manifiesto las tensiones relativas a la protección de los sitios que tienen un valor cultural y espiritual para las comunidades indígenas.
El reconocimiento legal de entidades naturales con personalidad jurídica es una tendencia que ha ganado fuerza en diferentes partes del mundo. Este enfoque busca otorgar derechos legales a elementos de la naturaleza, como ríos, montañas y bosques, para garantizar su protección y conservación. En Nueva Zelanda, además del monte Taranaki, el río Whanganui y el bosque Te Urewera también han recibido este estatus legal, reflejando la profunda conexión espiritual y cultural que las comunidades maoríes tienen con estos lugares.
¿Estará Popayán cerca de tener alguna reclamación o reconocimiento de este tipo?




