sábado, junio 7, 2025
No menu items!
spot_img
InicioMI CIUDADMario Armando Valencia Cardona: literatura crítica y poética de resistencia en Popayán

Mario Armando Valencia Cardona: literatura crítica y poética de resistencia en Popayán

El foyer del Teatro Municipal Guillermo Valencia se convirtió en epicentro del pensamiento literario contemporáneo durante la reciente sesión de la Tertulia Literaria Anarkos

Valencia Cardona, doctor en Estudios Culturales Latinoamericanos (Ecuador) y posdoctor en Literatura (Brasil), es una figura clave del pensamiento literario colombiano. Investigador riguroso y narrador inquieto, combina el análisis académico con la creación estética. En esta ocasión, presentó su novela más reciente, Tan llenos de tristeza (mayo de 2025), una obra que utiliza como telón de fondo la fiesta brava manizaleña para reflexionar sobre el arte del toreo, en diálogo intertextual con Hemingway, Céline, Kawabata y Larry Collins.

En la foto: El estudiante Nilson Campo, el compositor Manuel Yasnó y la poeta Cecilia Yasnó; la gestora cultural Mirna Astrid Cuéllar y la señora Angela María Parra; la declamadora Sandra Juspían; y el director de la Tertulia Anarkos, Marco Antonio Valencia Calle. Foto: Cesár Eduardo Samboní y Diego Fernando Yagüe.

Interrogado por Samboní sobre la recepción de sus obras, Valencia relató que su primera novela, Latitud cero: lecciones de equilibrio, despertó reacciones encontradas: algunos lectores se sintieron identificados, otros, incómodos. Y en Argentina les pareció que requería lectores experimentados para conectarse con ella. En su nueva obra, dijo, busca contribuir al debate global sobre la tauromaquia, explorando las tensiones éticas, estéticas y culturales que encierra.

Respecto a un posible paralelismo cultural entre Manizales y Popayán, el autor fue tajante: “En Manizales hay más prosa; en Popayán, más poesía”. A pesar de sus diferencias, reconoció en ambas ciudades la existencia de colectivos de escritores y editoriales emergentes que están “construyendo una nueva historia literaria”, donde lo local dialoga directamente con lo universal, reconociendo que no visita ni hace parte de ningún grupo, gremio o circuito reconocido.

Uno de los puntos más críticos de su intervención fue la ausencia de una crítica cultural rigurosa en Colombia y mucho más en Popayán. “Hoy todo lo que se produce es ‘bueno’ para quien lo crea”, afirmó, lamentando la desaparición de filtros y criterios estéticos en los medios y los centros universitarios. Señaló además que los circuitos de publicación están dominados por el amiguismo, la competencia desleal y los intereses subjetivos o comerciales, lo que debilita el desarrollo del arte y la literatura.

En cuanto a la literatura urbana contemporánea, Valencia Cardona propuso entenderla como un arte público que no solo representa la ciudad simbólicamente, sino que la interroga y transforma. “La novela urbana debe dialogar con las tensiones sociales del territorio y con la virtualidad que también lo habita”, explicó. Citó a Antonio Muñoz Molina para defender la formación del artista en otras disciplinas, como el cine, lo cual nutre la narrativa desde distintas perspectivas técnicas y sensoriales.

Sobre su poesía, defendió una posición contracorriente. Se distanció de las estéticas homogéneas y reivindicó la “poiesis” como una herramienta para generar conocimiento sensible, no reproductor de la colonialidad. “La poesía no es un entrenamiento para la prosa”, afirmó, en contra de cierta idea moderna que la subvalora frente a otros géneros. Para él, la poesía ha sido históricamente un arte superior en lo espiritual, aunque hoy sufre una crisis de valoración. “Lo más difícil es convencer a un mal poeta de que su texto debe ser reescrito”, ironizó, refiriéndose a la falta de autocrítica en los nuevos autores.

Ser poeta —sostuvo— es una forma de ver el mundo desde el espíritu, y requiere años de experiencia, lectura y estudio. En ese sentido, recordó junto a Samboní que autores como García Márquez, Cortázar y Álvaro Mutis iniciaron su camino escribiendo poesía. “Incluso escritores como Proust o Virginia Woolf escriben en clave poética, aunque trabajen otros géneros. No se puede escribir novela policiaca en clave poética, pero quien ha vivido la poesía fortalece su proceso creador”, concluyó.

El escritor cerró su intervención con un llamado enfático a valorar las editoriales independientes: “No necesitamos ser publicados por los gigantes del mercado para tener una voz válida”. Apostar por lo propio —dijo— es también un gesto ético frente a la homogeneización de la literatura.

La velada fue acompañada por destacadas figuras del ámbito cultural local como el director del teatro, Diego Fernando Yagüe; el estudiante universitario Nilson Campo, el compositor Manuel Yasnó y la poeta Cecilia Yasnó; la gestora cultural Mirna Astrid Cuéllar, la señora; la declamadora Sandra Juspían; y el director de la Tertulia Anarkos, Marco Antonio Valencia Calle. Una noche donde la palabra se alzó como crítica y resistencia, reafirmando el compromiso de la literatura con la transformación social.

ARTICULOS RELACIONADOS

NOTICIAS RECIENTES

spot_img