La Alcaldía de Popayán avanza en la fase final de limpieza y descolmatación de fuentes hídricas urbanas. La intervención más reciente corresponde al tramo del sector Brazo Seco, cerca de los barrios Moscopán y Belén, zona históricamente afectada por problemas ambientales y sociales. El proyecto, liderado por la Oficina Asesora de Gestión del Riesgo, ha contado con participación comunitaria y busca evitar inundaciones, mejorar el entorno y recuperar espacios públicos afectados por la contaminación y el abandono.
Por: Redacción El Liberal. Versión original: Boletín de Prensa Alcaldía de Popayán.
El tramo final del sector Brazo Seco, ubicado cerca de los barrios Moscopán, Portal de las Ferias, Fucha, Hernando Lora y Belén, fue recientemente intervenido por la Oficina Asesora de Gestión del Riesgo de Desastres (OAGRD) de Popayán, en el marco del proceso de limpieza y descolmatación de fuentes hídricas que se adelanta en el municipio. Esta zona corresponde al 16 % restante de la intervención general y constituye uno de los puntos más sensibles del sistema hídrico urbano, tras años de abandono y deterioro.
Las obras hacen parte de un contrato adjudicado mediante selección abreviada a la Constructora ALPON S.A.S., que desde finales de noviembre del año pasado viene ejecutando la limpieza de ocho fuentes hídricas: La Cantera, La Chirría, Pubús, La Monja, Dos Agüitas, río Ejido y río Molino, además de Brazo Seco. Tras una pausa a comienzos del año, las labores se retomaron en marzo de 2025 y están a punto de concluir con el último segmento del proyecto.
Según explicó el jefe de la OAGRD, Jair Flórez Orozco, el enfoque no se limita solo a remover residuos: “Ya estamos viendo los resultados. Acompañados con la comunidad, queremos hacer equipo también con diferentes secretarías para que esto tenga una conservación definitiva y sirva también como un pulmón de la ciudad. Estamos haciendo un esfuerzo en dejar esto como se debe”.
El proceso ha incluido la remoción de sedimentos, recolección de residuos sólidos y vegetales, y el transporte para la disposición final del material extraído. María Camila Ramírez, ingeniera de la obra, señaló que se trata de una intervención de gran escala, que ha implicado maquinaria especializada y la colaboración activa de la comunidad. “Este lugar presentaba una situación crítica por la presencia de habitantes de calle y basuras. Luego de limpiar, ingresamos maquinaria para delimitar el nuevo cauce”, explicó.
En efecto, durante años, el sector Brazo Seco fue identificado como un foco de contaminación ambiental, acumulación de residuos y ocupación informal del espacio público. La comunidad del Conjunto Moscopán, en especial, había solicitado reiteradamente atención institucional para enfrentar la problemática. Walter Molina, presidente de la Junta de Acción Comunal de ese conjunto, destacó la importancia del trabajo en curso: “La comunidad está muy contenta, porque esto ha sido por muchos años invasión de espacio público y vertedero de residuos sólidos. Tenemos una contaminación ambiental brava que está causando enfermedades a toda la gente. En esta oportunidad tenemos que agradecer a nuestro Alcalde Juan Carlos Muñoz Bravo porque está haciendo una gran labor”.
El impacto de estas acciones no se limita al mejoramiento visual del entorno. La limpieza de fuentes hídricas como los ríos Ejido y Molino y quebradas urbanas de la ciudad, busca prevenir desbordamientos e inundaciones durante la temporada de lluvias. Estas medidas forman parte de una estrategia preventiva frente a riesgos naturales, y también de recuperación de la infraestructura ambiental urbana de Popayán.
La empresa interventora del proyecto ha reportado un avance satisfactorio, y según la OAGRD, el proceso ha permitido identificar otros puntos críticos que podrían ser objeto de nuevas intervenciones, siempre con enfoque comunitario y de sostenibilidad. La participación ciudadana ha sido clave, tanto para facilitar el ingreso a los sectores intervenidos como para mantener el estado de los espacios ya recuperados.
Sin embargo, desde la administración municipal se insiste en que la conservación de las fuentes hídricas y los entornos recuperados depende también de los hábitos de la ciudadanía. En ese sentido, se hace un llamado a no arrojar basuras, respetar las zonas delimitadas, y denunciar el uso indebido de estos espacios. La meta a mediano plazo es lograr una gestión ambiental responsable que involucre a toda la comunidad.
Este proyecto de limpieza y descolmatación, aunque casi finalizado, deja planteado un reto a futuro: mantener lo recuperado. En palabras de Jair Flórez, jefe de la OAGRD, “esto debe ser un compromiso de todos, si queremos tener una ciudad preparada para los retos del cambio climático y con mejores condiciones para vivir”. La administración trabaja ahora en planes de sostenibilidad que incluyan jornadas educativas y acompañamiento a las comunidades aledañas.
La recuperación de las fuentes hídricas urbanas no solo ayuda a prevenir emergencias, sino que ofrece oportunidades para construir un modelo de ciudad más limpio, seguro y saludable. En ese sentido, Popayán avanza, paso a paso, hacia una nueva relación con su entorno natural.
