La Alcaldía de Popayán, en un trabajo articulado con la Policía de Infancia y Adolescencia, el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar y la Personería Municipal, está desarrollando un riguroso control en las instituciones educativas del municipio

En ese sentido, la Institución Educativa Carlos M. Simmonds ubicada en la comuna 2, fue visitada recientemente como parte de la realización de esta estrategia en ese sector.
Mauricio Armando Otálaga, defensor de familias, adscrito al Centro Zonal Popayán del ICBF, explicó que la iniciativa es fundamental para prevenir conductas que afectan el desarrollo integral de los estudiantes: “El rector y coordinador y el cuerpo de profesores preocupado por esta situación han solicitado a la alcaldía y a las demás autoridades que participen en este control para, de alguna manera, prevenir que estas situaciones no se sigan realizando al interior de esta institución educativa. Los aspectos positivos es que una vez los muchachos se han enterado de que se está ejerciendo un control, pues lo más probable es que se van a abstener de continuar con estas actividades que de pronto para ellos es bueno, pero que realmente los perjudica en sus estudios, en su comportamiento, en su desarrollo psicosocial”.
En concordancia, Jorge Arturo Manza, rector de la institución, señaló: “Se está realizando un acompañamiento de parte de las autoridades que tienen que ver con los niños y los adolescentes, en busca de que se sientan acompañados y, sobre todo, sientan que la legalidad es algo en lo que debemos andar todos. Genera mucho impacto, empezando por los padres de familia porque algunos ven con muy buenos ojos esa compañía. A veces, es necesario que los estudiantes sepan que tenemos normas no solamente del interior, sino del exterior. Por ahí descubrieron algunas cosas, pero eso es un llamado de atención para que sepan que deben atender a los llamados de peligro y de gestión de riesgo, porque hay elementos que pronto no generan problema, pero mal usados pueden generar muchísimo dolor de cabeza”.

Por su parte, Ximena Solarte, madre de familia y miembro del Consejo Directivo Institucional, resaltó la importancia de esta medida: “Me siento muy feliz al mirar esta situación porque es una seguridad y un llamado a atención a la ciudadanía y a la parte estudiantil. Yo me siento más segura, me siento más respaldada por parte de la autoridad y miembros del servicio público. Es cheverísimo porque así los chicos se retienen de hacer cosas indebidas”.
El Programa de Primera Infancia, Infancia, Adolescencia y Familia de la Secretaría de Gobierno, enfocado en la protección integral de la niñez y la juventud seguirá realizando estas jornadas en la articulación con la Policía de Infancia y Adolescencia, el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar – ICBF, la Personería Municipal y demás aliados, en la ejecución de acciones de protección como: controles de acceso, jornadas de sensibilización para la comunidad educativa, acompañamiento psicosocial.




