Tropas de la Armada Nacional, con apoyo del Ejército y la Fuerza Aérea, localizaron y destruyeron tres laboratorios destinados al procesamiento de cocaína en el departamento del Cauca. Estas instalaciones, presuntamente vinculadas a la disidencia “Rafael Aguilera”, contenían 970 galones de insumos líquidos, 900 kilogramos de insumos sólidos y 805 kilogramos de hoja de coca.
Por: Alejandro Zúñiga Bolívar.
En una operación conjunta, las Fuerzas Militares de Colombia lograron un significativo golpe contra el narcotráfico en el departamento del Cauca. Tropas de la Armada Nacional, con el respaldo del Ejército Nacional y la Fuerza Aérea Colombiana, ubicaron y destruyeron tres laboratorios clandestinos dedicados al procesamiento de cocaína. Estas estructuras, según información preliminar, pertenecerían al Grupo Armado Organizado Residual “Estructura 30 Rafael Aguilera”, una disidencia de las antiguas FARC que opera en la región.
Durante la operación, las autoridades incautaron una considerable cantidad de insumos utilizados en la producción de estupefacientes: 970 galones de insumos líquidos, 900 kilogramos de insumos sólidos y 805 kilogramos de hoja de coca. Estos materiales son esenciales en las diferentes etapas de elaboración de la cocaína, desde la extracción de la pasta base hasta su refinamiento final.
El Cauca ha sido históricamente una zona estratégica para el narcotráfico debido a su ubicación geográfica y las condiciones socioeconómicas que facilitan la proliferación de cultivos ilícitos y laboratorios clandestinos. La presencia de grupos armados ilegales, como la disidencia “Rafael Aguilera”, ha contribuido a la consolidación de economías ilícitas que financian actividades delictivas y afectan la seguridad de las comunidades locales.
Este operativo se suma a una serie de acciones emprendidas por las Fuerzas Militares para desmantelar la infraestructura del narcotráfico en la región. Por ejemplo, en noviembre de 2024, una operación conjunta resultó en la destrucción de siete laboratorios de cocaína en los municipios de Timbiquí y López de Micay, también atribuidos a la estructura “Rafael Aguilera”. En esa ocasión, se incautaron más de 2.500 galones de cocaína líquida y grandes cantidades de combustibles.
Las autoridades han destacado la importancia de estas operaciones para debilitar las finanzas de los grupos armados ilegales. El teniente coronel Jaime Alejandro Amaya, comandante del Batallón de Infantería Número 56, señaló que estos resultados impactan directamente la capacidad de estas organizaciones para sostener su estructura armada y continuar atemorizando a las comunidades.
