La víctima, identificada como Yesica Lorena Yonda, de 22 años y oriunda del municipio de Silvia, cursaba estudios de enfermería y soñaba con dedicarse a la salud.

Su vida fue arrebatada de manera violenta, presuntamente, por motivos pasionales, un hecho que ha generado conmoción y un profundo rechazo en toda la región.
El crimen ocurrió en un contexto de violencia recurrente que afecta a la población civil en esta zona del departamento. Sin embargo, este feminicidio ha despertado una indignación particular, ya que la víctima no estaba directamente involucrada en el conflicto armado que históricamente ha golpeado a la región. Yesica, una joven con un futuro prometedor, se convierte en una nueva estadística de la violencia machista que sigue cobrando vidas en Colombia.
Una vida de sueños truncada
Yesica Lorena Yonda era más que una cifra en un informe de prensa. Era una hija, una hermana y una amiga con grandes aspiraciones. Sus allegados la describen como una persona dedicada, trabajadora y con una vocación de servicio que la había llevado a elegir la enfermería como su carrera. Estudiaba con ahínco y dedicación, con la esperanza de regresar a su tierra natal para aplicar sus conocimientos y ayudar a las comunidades más vulnerables.
Su historia, lamentablemente, es el reflejo de un flagelo que no discrimina edad ni condición social. El feminicidio es un acto de violencia extrema que tiene sus raíces en la desigualdad de género y en la cultura machista que aún impera en muchos rincones del país. Es un crimen que no solo arrebata una vida, sino que también deja un dolor irreparable en sus familias y en las comunidades a las que pertenecían las víctimas. La comunidad de Argelia, y en particular el corregimiento de El Mango, se encuentra consternada por la pérdida de esta joven, cuya sonrisa y proyectos de vida han sido brutalmente silenciados.
Autoridades investigan para esclarecer los hechos
Las autoridades locales han iniciado una investigación para esclarecer las circunstancias que rodearon el asesinato de Yesica. La información preliminar apunta a que el crimen fue motivado por un problema de tipo pasional, aunque no se han revelado más detalles para no entorpecer el proceso. Agentes de la Sijín y de la Fiscalía General de la Nación se encuentran en la zona recolectando pruebas y testimonios que permitan dar con el paradero de los responsables y llevarlos ante la justicia.
La comunidad, por su parte, clama por celeridad en las investigaciones y exige que este crimen no quede en la impunidad. El feminicidio de Yesica Lorena Yonda no puede ser un caso más, ya que su muerte es un recordatorio de la necesidad urgente de fortalecer las políticas de prevención y atención a la violencia de género. Es fundamental que el Estado y la sociedad en su conjunto se comprometan a proteger a las mujeres y a garantizarles una vida libre de violencia.
Este lamentable hecho subraya la importancia de visibilizar los casos de feminicidio, no solo como un acto criminal, sino como una manifestación de una problemática social más profunda. La muerte de Yesica debe servir como un llamado de atención para que se tomen acciones contundentes que eviten que más mujeres se conviertan en víctimas de la violencia machista. La memoria de Yesica Lorena Yonda merece justicia y su caso debe impulsar un cambio real y duradero en la lucha contra el feminicidio en Colombia.




