El corregimiento de El Plateado, en Argelia, Cauca, fue escenario de una asonada el 6 de marzo de 2025, donde las disidencias de las FARC, mediante la estructura Carlos Patiño, instrumentalizaron a la población civil para secuestrar a 28 policías y un oficial del Ejército Nacional.
Por: Alejandro Zúñiga Bolívar.
El 6 de marzo de 2025, el corregimiento de El Plateado, en el municipio de Argelia, Cauca, vivió una jornada de tensión y violencia. Las disidencias de las FARC, a través de la estructura Carlos Patiño, utilizaron a la población civil para llevar a cabo una asonada que resultó en el secuestro de 28 policías y un mayor del Ejército Nacional.
El Plateado es una zona históricamente afectada por la presencia de grupos armados ilegales. Las disidencias de las FARC, especialmente la estructura Carlos Patiño, han mantenido influencia en esta área, aprovechando su ubicación estratégica para actividades ilícitas como el narcotráfico y la minería ilegal. La limitada presencia del Estado ha permitido que estos grupos ejerzan control sobre la población, imponiendo normas y cobrando impuestos ilegales.
Desarrollo de los hechos
Según informes oficiales, el jueves 6 de marzo, las fuerzas militares realizaban labores en el casco urbano de El Plateado. Durante estas actividades, un grupo numeroso de personas, aparentemente convocadas y presionadas por las disidencias, rodeó a los militares exigiendo su retirada del territorio. La situación escaló cuando los manifestantes, bajo la influencia de las disidencias, procedieron a secuestrar a 28 policías y al mayor del Ejército que lideraba la operación.
Testimonios de las autoridades indican que la mayoría de las personas que participaron en la asonada no eran habitantes del casco urbano de El Plateado, sino que provenían de veredas aledañas, movilizadas bajo amenazas de las disidencias. Se conocieron audios en los que alias ‘Kevin’, cabecilla de la estructura Carlos Patiño, instaba a la comunidad a participar en la asonada bajo amenazas de represalias, incluyendo el destierro y la quema de propiedades de quienes se negaran a colaborar.
La Fiscalía General de la Nación anunció la apertura de una investigación para esclarecer los hechos y determinar la responsabilidad de los involucrados en el secuestro de los uniformados. El ente acusador conformó un equipo especializado de fiscales e investigadores para apoyar la investigación, en coordinación con el Grupo Gaula.
La instrumentalización de la población civil por parte de las disidencias de las FARC ha generado un clima de temor e incertidumbre en la región. Los habitantes se ven obligados a participar en acciones contra su voluntad, bajo amenazas que atentan contra su integridad y la de sus familias. Esta situación refleja la vulnerabilidad de las comunidades en zonas donde la presencia del Estado es limitada y los grupos armados imponen su ley.
Respuesta de las fuerzas militares
Tras el secuestro de los uniformados, el comandante de las Fuerzas Militares, general Helder Giraldo Bonilla, se desplazó hasta la zona para evaluar la situación y coordinar las acciones necesarias para garantizar la seguridad de la población y restablecer el orden en la región.
Según información de las autoridades, se espera que la liberación de los 29 uniformados secuestrados se lleve a cabo el sábado 8 de marzo. En la operación participarán miembros de la Iglesia Católica y una misión supervisada por la Organización de los Estados Americanos (OEA). Las demás instituciones de las Fuerzas Militares permanecen a la espera de la entrega de sus hombres.
