La Agencia para la Reincorporación y la Normalización confirmó que Pedro Rodríguez Mejía, Albeiro Díaz Franco, Jhon Fredy Carrascal y Juan Carlos Carvajalino fueron asesinados en el Catatumbo, presuntamente por el ELN, en el contexto de combates con disidencias de las FARC.
Por: Alejandro Zúñiga Bolívar
La región del Catatumbo, en el noreste de Colombia, ha sido escenario de una escalada de violencia que resultó en el asesinato de cuatro firmantes del Acuerdo de Paz de 2016. La Agencia para la Reincorporación y la Normalización (ARN) confirmó que Pedro Rodríguez Mejía, Albeiro Díaz Franco, Jhon Fredy Carrascal y Juan Carlos Carvajalino fueron sacados de sus viviendas y ejecutados, presuntamente por miembros del Ejército de Liberación Nacional (ELN).
Estos homicidios ocurrieron en medio de intensos combates entre el ELN y disidencias de las extintas Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) en los municipios de El Tarra, Convención y Teorama. La confrontación entre estos grupos armados ilegales ha generado una situación de inseguridad que afecta gravemente a la población civil y a quienes participan en procesos de reincorporación.
Múltiples actos de la vida nacional e internacional, han clamado por acciones concretas del Gobierno Nacional para evitar que haya una mayor tragedia que la que se presentó ayer y que se remonta a varios meses atrás.
La situación actual refleja los desafíos en la implementación del Acuerdo de Paz de 2016 y la necesidad de garantizar la seguridad de los excombatientes en proceso de reincorporación. Según datos del Consejo Nacional de Reincorporación, desde la firma del acuerdo, más de 390 firmantes han sido asesinados, evidenciando las dificultades para asegurar su protección y una reincorporación efectiva a la vida civil.
La comunidad internacional y las organizaciones de derechos humanos han instado al Gobierno colombiano a tomar medidas contundentes para proteger a los firmantes de paz y a la población civil en el Catatumbo. La continuidad de la violencia en la región amenaza con desestabilizar los avances logrados en materia de paz y reconciliación en el país.