En una serie de operativos contundentes desplegados en puntos estratégicos de la geografía nacional, la Armada de Colombia ha propinado duros golpes a las estructuras logísticas y financieras de los Grupos Armados Organizados (GAO) y redes de comercio ilegal.
Estas acciones, enmarcadas en la estrategia de control territorial y protección de los recursos naturales, representan un avance significativo en la desarticulación de las economías ilícitas que alimentan la violencia en el país.
Golpe logístico en la Orinoquía: Combustible y minería ilegal
En las vastas cuencas de los ríos que bañan el oriente colombiano, unidades de la Fuerza Naval de la Orinoquía desarrollaron operaciones de registro y control fluvial que resultaron en la interceptación de dos embarcaciones cargadas con insumos críticos.
Operación en el Río Inírida
El primer procedimiento tuvo lugar en el sector de Puerto Inírida, sobre el río homónimo en el departamento de Guainía. Tropas del Batallón Fluvial de Infantería de Marina No. 50 detuvieron una motonave que se desplazaba con destino a San Felipe. Tras la inspección de rigor, los uniformados hallaron 5.520 galones de combustible transportados de manera irregular.
Lo más alarmante para las autoridades fue el hallazgo de diversos elementos que, según la inteligencia militar, serían utilizados para la construcción de una Unidad Productora Minera (UPM). La minería ilegal es una de las mayores amenazas ambientales en el Guainía, causando daños irreparables en los ecosistemas fluviales debido al uso de químicos y la remoción de sedimentos. Al no contar con documentación que acreditara la procedencia legal del combustible ni de los materiales, la carga fue decomisada de inmediato.
Control en el Río Guaviare
De manera paralela, en una operación conjunta con el Ejército Nacional, se realizó un segundo procedimiento en el sector de Coco Nuevo. Allí, sobre el río Guaviare, fue registrada otra embarcación que transportaba 520 galones de combustible sin cumplir con la normatividad establecida para el transporte de sustancias peligrosas por vía fluvial. En total, la incautación en la región ascendió a 6.040 galones, un recurso vital para la movilidad de grupos ilegales y la operación de maquinaria en enclaves extractivos.
Hallazgo de material de guerra en Vichada
Mientras el control fluvial se intensificaba, en la zona rural de La Primavera (Vichada), unidades del Batallón Fluvial de Infantería de Marina No. 51 ejecutaban operaciones de acción ofensiva. En el sector conocido como La Culebra, los infantes de marina localizaron un depósito ilegal oculto de forma rudimentaria.
Entre las raíces de un árbol de gran tamaño, las tropas hallaron un costal que contenía 239 cartuchos calibre 7,62 mm eslabonados. Este tipo de munición es utilizada frecuentemente por ametralladoras de alto calibre, armas de apoyo que suelen estar en manos de estructuras armadas que buscan ejercer control social y territorial en la frontera oriental. El material fue entregado a las autoridades judiciales para iniciar las investigaciones sobre su procedencia y el grupo criminal destinatario.
“Con estas acciones se afectan directamente las capacidades logísticas de los grupos armados organizados que delinquen en la región, debilitando las economías ilícitas que buscan alterar la seguridad en la Orinoquía colombiana”, destacó un portavoz de la institución.
El Caribe: Millonario cargamento de contrabando en el Golfo de Urabá
Mientras en el oriente se combatía la logística de la minería y la guerra, en el Gran Caribe Colombiano, la Armada desplegó sus capacidades de vigilancia marítima para frenar el contrabando a gran escala.
Unidades de la Estación de Guardacostas de Urabá detectaron una embarcación tipo “metrera” que navegaba de forma sospechosa en aguas del Golfo de Urabá, departamento de Antioquia. Los radares y la pericia de las tripulaciones permitieron la interdicción de la motonave, la cual presuntamente provenía de Centroamérica.
Desde las selvas de la Orinoquía hasta las aguas estratégicas del Golfo de Urabá, la institución naval logró la incautación de más de 6.000 galones de combustible, material de guerra y un millonario cargamento de cigarrillos de contrabando.
Un golpe de 675 millones de pesos
Al realizar la inspección, los uniformados encontraron que la embarcación, impulsada por dos potentes motores fuera de borda y tripulada por tres hombres de nacionalidad colombiana, transportaba 150.000 cajetillas de cigarrillos. La mercancía no poseía documentación aduanera ni soportes que justificaran su ingreso al territorio nacional.
La Dirección de Impuestos y Aduanas Nacionales (DIAN) realizó el peritaje técnico y el conteo del cargamento, arrojando cifras contundentes:
Avalúo aduanero: 188 millones de pesos.
Valor comercial estimado: 675 millones de pesos colombianos.
Este golpe no solo afecta a las redes de contrabando, sino que también protege la economía formal y los ingresos departamentales destinados a la salud y el deporte, los cuales se ven gravemente mermados por el comercio ilegal de tabaco. Los tres sujetos capturados, junto con la motonave y el material incautado, fueron puestos a disposición de la Fiscalía General de la Nación para su judicialización.
Conclusión: El compromiso con “El Azul de la Bandera”
El balance de estas jornadas operativas deja en evidencia la versatilidad de la Armada de Colombia para enfrentar múltiples amenazas de forma simultánea. Ya sea patrullando los ríos más remotos de la selva o vigilando las rutas marítimas internacionales, el objetivo es el mismo: asfixiar las finanzas de la criminalidad.
La institución naval reafirmó que continuará desarrollando estas operaciones de manera permanente. El compromiso es claro: proteger la soberanía nacional, salvaguardar la vida en los ríos y mares, y garantizar que los recursos del país sirvan para el desarrollo y no para financiar la violencia. La lucha contra el contrabando, la minería ilegal y el tráfico de armas sigue siendo la punta de lanza para “proteger el azul de la bandera” en cada rincón del territorio.
