Un tiroteo ocurrido el miércoles 27 de agosto de 2025 durante una misa en la iglesia católica Annunciation, en Minneapolis, cobró la vida de dos niños y dejó 17 personas heridas, entre ellas varios menores. Las autoridades investigan si se trató de un crimen de odio.
Los disparos comenzaron alrededor de las 8:30 de la mañana, cuando un individuo armado abrió fuego contra los feligreses reunidos en la misa escolar. Dos niños —de 8 y 10 años— murieron en el lugar, mientras que entre los heridos se encuentran al menos 14 menores y tres adultos. De acuerdo con la información oficial, todos los lesionados permanecen fuera de peligro vital.
“Este fue un acto deliberado de violencia contra niños inocentes y otras personas que estaban en un lugar de culto.”
Brian O’Hara, jefe de Policía de Minneapolis.
El atacante fue identificado como Robin Westman, de 23 años, quien se quitó la vida en el sitio tras perpetrar el crimen. Según las autoridades, portaba tres armas de fuego obtenidas legalmente: un rifle, una escopeta y una pistola. Disparó desde el exterior hacia el interior de la iglesia, causando pánico y confusión entre los asistentes.
Durante la inspección posterior, la policía halló un artefacto sospechoso que fue retirado de manera segura por especialistas en explosivos. El Buró Federal de Investigaciones (FBI) abrió un expediente bajo la hipótesis de terrorismo doméstico y un posible crimen de odio contra la comunidad católica.
Las medidas de emergencia se activaron de inmediato: maestros y personal escolar refugiaron a los menores bajo los bancos, mientras que unidades de policía y servicios médicos arribaron en pocos minutos. Los hospitales de Minneapolis confirmaron que recibieron a los heridos en menos de media hora tras los disparos, lo que permitió estabilizar a la mayoría rápidamente.
La tragedia ha conmocionado a la ciudad. En la noche del mismo miércoles se realizaron vigilias a la luz de las velas frente a la iglesia y en distintos puntos de la ciudad. Líderes religiosos y comunitarios llamaron a la unidad, mientras organizaciones de víctimas reiteraron la urgencia de reforzar las medidas de control de armas.
Las autoridades locales también habilitaron líneas de atención psicológica y espacios de acompañamiento para las familias afectadas. El alcalde de Minneapolis expresó que se trata de “uno de los días más oscuros en la historia reciente de la ciudad” y reiteró el compromiso de brindar apoyo integral a los afectados.
