Por primera vez, una amplia coalición de países, incluidos potencias occidentales y naciones árabes, pide en la ONU el desarme de Hamás y la creación de un Estado palestino como salida al conflicto en Gaza.

NACIONES UNIDAS. En un hecho sin precedentes, 17 países —entre ellos Brasil, México, Francia, Reino Unido, Turquía, Egipto y Catar— presentaron ante la ONU una declaración conjunta en la que exigen el reconocimiento del Estado palestino y el fin de la guerra en Gaza. La iniciativa, promovida por Francia y Arabia Saudita, fue bautizada como la “Declaración de Nueva York” y recibió el respaldo de la Unión Europea y la Liga Árabe.
El documento insiste en una solución de dos Estados como única vía “justa, pacífica y duradera” para resolver un conflicto que ya supera los 75 años de historia. Además, reclama el desarme de Hamás y la transferencia del control de Gaza a la Autoridad Nacional Palestina.
Reconocimiento condicionado y presión diplomática
El ministro saudí de Relaciones Exteriores, Faisal bin Farhan, presentó la iniciativa ante la Asamblea General, donde hizo un llamado a todos los países a respaldar el documento antes de septiembre. Francia y Reino Unido ya manifestaron que reconocerán al Estado palestino si no hay avances en el cese al fuego y en la salida política del conflicto.
El canciller francés, Jean-Noël Barrot, calificó la declaración como “histórica”, y destacó que es la primera vez que una mayoría árabe exige abiertamente el desarme de Hamás y la apertura a una futura normalización diplomática con Israel, siempre y cuando se reconozca el Estado palestino.
Reacciones encontradas desde Israel
Desde Tel Aviv, la reacción fue tajante. El ministro de Relaciones Exteriores israelí, Gideon Saar, rechazó la declaración y calificó la propuesta como una “campaña distorsionada”. Saar advirtió que reconocer un Estado palestino mientras Hamás siga activo en Gaza sería equivalente a “establecer un Estado yihadista”.

El dilema geográfico y humanitario
Aunque 142 países ya reconocen a Palestina como Estado, la viabilidad territorial de esa nación es cada vez más incierta. Los más de 21 meses de guerra, la destrucción masiva en Gaza y la expansión de los asentamientos israelíes en Cisjordania alimentan el temor de que una solución de dos Estados sea, en la práctica, inviable.
A esto se suma una grave crisis humanitaria. La comunidad internacional denuncia el uso del hambre como arma de guerra y exige la entrada inmediata de ayuda a Gaza. Incluso se propone el despliegue de una misión internacional de estabilización para proteger a los civiles y facilitar el traspaso de seguridad a la Autoridad Palestina.
¿Un punto de inflexión?
El secretario general de la ONU, António Guterres, fue enfático: “La solución de dos Estados está más lejos que nunca. La destrucción de Gaza y la anexión silenciosa de Cisjordania deben cesar”.
Mientras tanto, el canciller saudí reafirmó que solo con un Estado palestino independiente será posible la paz y la normalización regional. La presión sobre Israel crece, y septiembre aparece en el horizonte como un mes clave para el reconocimiento formal en la Asamblea General de la ONU.
Contexto histórico
La creación del Estado de Israel en 1948 dejó pendiente la conformación de un Estado árabe-palestino. Aunque Palestina fue proclamada en 1988 por líderes en el exilio, su soberanía plena nunca ha sido reconocida por la comunidad internacional en bloque ni ejercida sobre el terreno. La propuesta actual podría ser el paso más significativo en décadas para cambiar ese panorama.