Por Juan Manuel Rincón
Popayán fue escenario de un viaje impresionante hacia el corazón de los cielos. El reconocido fotógrafo español Rafael Armada vino a nuestra ciudad para presentar su obra maestra, “Portfolio 1”, un libro que trasciende la fotografía y se convierte en un poema a la vibrante e indomable belleza de las aves. No se trata sólo de una colección de imágenes, sino de una celebración de la vida misma, un testimonio de la fragilidad y el esplendor del mundo aviar.
Desde las lejanas tierras de la Antártida, acompañando el vuelo de exóticas aves marinas que sobrevuelan olas rugientes, hasta los exuberantes paisajes de Colombia, llenos de los colores caleidoscópicos de nuestras aves nativas. Rafael Armada capturó su esencia con un arte incomparable. Cada fotografía cuenta una historia de paciencia, técnica, libertad y supervivencia, despertando asombro y recordándonos el delicado equilibrio de la naturaleza.
“Portfolio 1” es más que un álbum de fotos, es un viaje emocional, un llamado a proteger las maravillas de nuestro mundo. Popayán, una ciudad profundamente conectada con su patrimonio natural y cultural, fue el escenario perfecto para este impresionante tributo al reino de las aves, durante este acto de presentación Rafael Armada habló con El Liberal sobre sus inicios y su experiencia como fotógrafo de aves.
¿Qué lo motivó a apasionarse por la fotografía?
Cuando era pequeño yo salía a ver aves, quería conservarlas y tenerlas y poder consultarlas. Para mí era una manera de aprender, sobre todo, cuando empecé a mirar muchos plumajes, la forma y el color de una plumita, sí es un macho, una hembra o un adulto o un joven.
Para mí era un tema de conocimiento que poco a poco fue evolucionando a temas más artísticos, como querer buscar cosas diferentes o enseñar lo que son las acciones, la fotografía de acción de las aves, lo que están haciendo. Ahí empezó todo.
Acabé haciendo fotografías de aves por todo el mundo, y acabé súper enamorado de las aves. Queriendo contagiar esto a la gente, porque al final es lo que transmitimos. Cuanta más gente haya mirando aves, entre todos conservaremos el planeta y entre todos evitaremos todos los problemas que nos vienen encima.
¿Cuál ha sido hasta el momento la fotografía más difícil de capturar en toda su experiencia como fotógrafo?
Uy, tengo muchas complicadas, pero la verdad es que no me quedaría con una sola. Quizás las más difíciles pueden ser a nivel personal, es decir cómo yo puedo transmitir lo que siento con una fotografía. Trascender de lo que es la imagen pura y dura visualmente, que es lo que a una persona le llega en un primer momento.
Podrían ser las fotografías de los reflejos de los pingüinos, y todo lo que transmite eso. Quizás por ahí, pero más que una fotografía en concreto, no. Es más, la barrera es esa, es cómo transmitir más o cómo enseñar más a la gente lo que no sale en la fotografía, pero que se pueda intuir.
¿Cuál ha sido la experiencia más extrema que has vivido para capturar una imagen?
Tengo una anécdota aquí en Colombia, al estar intentando fotografiar hormigueritos cubiertos completamente por hormigas, fueron varios días de intentos. También con algunas aves marinas, el hecho de estar semanas fuera de un barco, en la borda, esperando alguna ave en concreto, aguantando frío, calor, agua… Esperando el momento preciso.
Lo fácil es ir a un sitio donde tienen cebaderos y te pones, te sientas y ya está, pero no, intento salir de ahí. Aunque es un tema al que muchas veces tengo que recurrir para ver animales, no es la única manera de hacerlo, intento que todo sea más salvaje.
En una reciente exposición en Francia, algunos espectadores de su exposición expresaron que sus fotos son “poesía visual”. ¿Qué mensaje quiere transmitir con las fotografías que captura?
Lo que quiero es que las fotografías trasciendan más de lo que es el retrato en sí y que enseñen también el entorno en el que están y que enseñen la magia de los animales. Yo entiendo que una imagen que cautive a la gente es una imagen en la cual llegarás a más gente y podrás trascender más de lo que es simplemente la fotografía en sí. Entonces, quiero buscar una armonía entre el sujeto y su entorno.
Colombia es el segundo país más biodiverso del mundo y se destaca por sus aves endémicas. ¿Qué aves colombianas le han sorprendido?
Me han sorprendido mucho las famosas migratorias que os visitan a ratos, las encuentro fascinantes, son aves que crían en Alaska, en el norte de Canadá y Estados Unidos, y que vienen a pasar aquí todo el invierno, o sea, el verano austral. Estas son unas aves que me cautivan.
Y luego todas las aves que tienen que ver con la ronda de hormigas. La ronda de hormigas es lo que mueve la ley de la selva, la marca y todo lo que la rodea, eso lo encuentro absolutamente fascinante. Todas las aves que van detrás de las rondas de hormigas; hasta hace poco se pensaba que eran animales simbióticos, o sea, que tanto las hormigas como las aves se favorecían de ellas, y hace poco se ha descubierto que es un tema de parasitismo, o sea, las aves parasitan sobre las hormigas, les roban la comida que ellas llevan y bueno, se aprovechan de una manera de ellas. Eso lo encuentro absolutamente fascinante.
¿Qué sitios de Colombia ha visitado y recomienda visitar a los amantes de la naturaleza y la fotografía?
Sí están empezando pueden ir cerca de Manizales y el Nevado del Ruíz, hay bastantes sitios preparados para observar aves, también toda la zona de Cali, esto sería para principiantes, y luego para los que van más adelante, sería toda la zona del Cauca, que tiene como tres o cuatro sitios espectaculares, Putumayo, Nariño y Santa Marta.
El municipio caucano de Santa Rosa localizado en el Macizo Colombiano es el lugar con mayor número de aves en Colombia, más de 1400 especies. ¿Ha tenido la posibilidad de explorarlo?
Desafortunadamente no. Sí sumo todo el tiempo que llevo en Colombia y los diferentes viajes que he hecho…Creo que dos años es poco tiempo para conocer un país tan inmenso. Por ahora no he tenido la fortuna de ir, pero seguro que voy a ir, está en mi lista, al igual que la isla de Malpelo en el Pacifico.
Santa Rosa también es uno de los destinos con atractivos naturales, pero de difícil acceso por las malas condiciones de las vías, y la mayoría de sus visitantes son apasionados por la fotografía y la ornitología. Según su experiencia, ¿Cómo piensa que debe ser promovido el aviturismo de una manera responsable?
Enseñando con fotografías, por un lado, qué es lo que se puede ver, cuál es el resultado que puede obtener alguien que visita este sitio, eso es súper importante. Después dar una imagen de tranquilidad y de normalidad para quienes visitan estos sitios. No se puede pretender hacer que vaya la gente cuando el sitio no ofrece todas las garantías.
O lo mismo, no se puede pretender que la gente vaya a un sitio, sí puede ver las mismas aves en otro sitio más seguro, o las aves ahí no se han visto en el último mes. Se necesita asegurar que las aves estén ahí, qué alguien esté pendiente trabajando, fotografiando e informando sobre el sitio asegurando que sea fiable para visitar.
De las miles de aves que ha observado alrededor del mundo, ¿cuál es su top 5 de las aves más sorprendentes?
Mi top 5 de las aves más sorprendentes… Bueno, me sorprende muchísimo un pequeño playerito que cría en Siberia, en la península de Chukotka, cerca de Alaska y pasa el invierno en el sudeste asiático, de él quedan poquísimos, poquísimos ejemplares, estamos hablando de unos números bastante bajos, y la peculiaridad que tiene este pajarito es que tiene el pico como sí fuera una espátula, tiene el pico y en la parte final una espátula.
Otra ave en el top 5 es el Albatros Viajero, una ave de una envergadura de 3 metros y medio que puede mantenerse durante semanas y semanas flotando en el aire, literalmente volando sin tener que hacer ningún esfuerzo.
Otra ave sería la Dendroica Fusca, que es una reinita que cría en Canadá y pasa el invierno aquí en el neotrópico. La verdad es que encuentro fascinante cómo pueden hacer estas migraciones tan largas y volver a los mismos sitios de hibernada cada año.
Ah, sí, por supuesto, el Águila Árpía, que estaría como en la cúspide de la cadena alimenticia de aquí del neotrópico. Encuentro fascinante que un pajarote con una envergadura tan gigante y tan grande, y tan lindo como es, pueda ser así y alimentarse de la manera que se alimenta, de todos los perezosos y demás animales.
Y quizá mi último top 5 se lo dedicaría también a una pequeña reinita que me tiene el corazón robado, el Phylloscopus inornatus, que es el Mosquitero Bilistado, que vive en Siberia, y que muy rara vez se ve en mi casa, en el oeste de Europa. Tiene un canto muy característico que nos anuncia la llegada del otoño. Estas serían mis 5 aves top en el mundo.
La fotografía es un buen elemento para concientizar a las personas sobre el cambio climático. ¿Qué piensa al respecto?
Completamente de acuerdo. El cambio climático es un problema que hemos de afrontar desde muchísimos frentes, y nosotros, los fotógrafos de naturaleza, tenemos nuestra responsabilidad en lo que nos toca respecto a esto. Es un tema que está en el libro y es un tema que también nos ha tocado aquí en la charla. Jugamos un papel fundamental a la hora de concienciar y de transmitir este mensaje a la gente.
¿Qué mensaje le envía a las actuales generaciones sobre la importancia de las aves?
Las aves no dejan de ser semáforos de la naturaleza, O sea, las aves no dejan de ser el medidor de pH del agua, son el medidor de calidad de la biodiversidad de cada uno de los sitios. Sí protegemos las aves, protegeremos todo lo que les rodea. Sí protegemos los grillitos, protegeremos todo lo que les rodea a los grillitos, y sí protegemos al jaguar, protegeremos todo lo que le rodea al jaguar.
Es decir, cada uno desde su perspectiva tiene que hacer lo posible para aportar ese granito de arena para proteger el planeta. Es súper importante que haya gente que esté muy conectada con el mundo y la naturaleza para que no acabemos envueltos en cemento.
