López de Micay es uno de los 42 municipios del departamento del Cauca, Colombia. Está ubicado en el Pacífico colombiano sobre el piedemonte de la Cordillera Occidental Colombiana y en medio de la cuenca del Río Naya. Se encuentra a 84 km de la capital departamental, Popayán.
Por Antonio María Alarcón Reyna
Reseña histórica
Las primeras exploraciones españolas en la región tuvieron lugar en 1525, cuando el conquistador Diego de Almagro descubrió el río San Juan de Micay. Debido a la naturaleza inhóspita del territorio con sus costas inundables, espesa vegetación y tribus indígenas acostumbradas a vivir con independencia, le fue muy difícil establecer una colonia.

Durante los años siguientes, embarcaciones españolas partían desde Panamá para realizar a cabo incursiones con el objetivo de adquirir el oro nativo y capturar a los nativos de las regiones del río San Juan de Micay, que luego serían utilizados como mano de obra esclava en minas y las haciendas coloniales del interior. El trabajo forzoso diezmó a la población indígena que a finales del siglo XVII casi había desaparecido y por ello fue reemplazada por el trabajo de esclavos africanos.
El municipio de Micay fue fundado en el año de 1910 por Pancracio Riascos, Facundo Riascos y Luciano Alomía. Con el correr de los tiempos el municipio ha tenido varias cabeceras municipales, primero San José del Trapiche, luego fue trasladado a San Francisco de Naya (hoy perteneciente al municipio de Buenaventura).


En 1911 el gobernador de ese entonces, Alfredo Garcés viajó a la costa Pacífica y creó el Distrito de Zaragoza, en provincia del Micay. En 1914, los vecinos de la población de San Miguel, que por ese entonces tenía ya importancia por estar muy cerca de un centro minero llamado Chambón, que unía esa región con la ciudad de Popayán, por el camino llamado Arrieros, era el centro comercial de las mercancías llevadas desde Tumaco, Barbacoas, Iscuandé y Timbiquí con las que llevaban desde el interior del departamento.
En 1915 se trasladó la capital de Zaragoza a la actual población de López de Micay, cuyo nombre se le dio en homenaje al General José Hilario López, quien el 21 de mayo de 1851 había firmado la ley que decretaba la libertad de los esclavos negros. López de Micay está localizada en la costa Pacífica caucana, tiene un área municipal de 3297 km2 y está ubicado a 400 kms de Popayán. La altitud de la cabecera municipal está a 130 msnm y su temperatura promedio está entre 27 y 37a C. Hacen parte del municipio, los corregimientos Bocagrande, San Antonio de Gurumendy y San Francisco Adentro, y las inspecciones de policía de Agua Clara (Golondra), Alto Chuaré, Alto Naya, Bajo Sigüí, Betania, Brazo de la Rotura, Cacao, Calle Larga, Candelaria y Chiguero.

La mayor parte del territorio es plano, cubierto de espesa vegetación y hace parte de la llanura del Pacífico; hacia el oriente se presentan algunos accidentes orográficos de escasa elevación que corresponden al flanco occidental de la Cordillera Occidental; entre ellos se destacan la serranía Sigüí, el Cerro Naya y el Pico de Piedra; lo riegan los ríos Aguadara, Chuaré, Gualalá, Jolí, Micay, Naya, San Lorenzo, Sigüí y Tambor, además de numerosas corrientes menores.
Sus tierras se distribuyen en los pisos térmicos cálido, templado y frío. En el municipio se encuentran 3 resguardos indígenas: Calle Santa Rosa, Guanguí y la Iguana pertenecientes a la familia Embera. Las actividades económicas de mayor importancia son la agricultura, la ganadería, la pesca, la minería, la explotación forestal y el comercio.
Los cultivos de coco, caña de azúcar, chontaduro y borojó son los más importantes no solo por los volúmenes que se producen sino también por su potencial comercial. El maíz y el banano, se cultivan para el auto consumo. La pesca es artesanal. Se une por carretera con El Tambo, sus medios de comunicación son preferiblemente marítimos y fluvial, conectándose con Buenaventura, Tumaco y otros puertos del océano Pacífico. Lo atraviesan diversos ríos y afluentes, entre los primeros se cuentan El Micay, El Naya, El Tambor, El Sigüí, Agua Clara, Riecito, Gualalá, Chuare, y el Jolí. Los asentamientos humanos en su mayoría, incluyendo la cabecera y los más importantes corregimientos, se localizan en las márgenes del río Micay, otros más se ubican descendiendo el río Naya, en su margen izquierda. Los afluentes más importantes son: San Francisco, La Puerquera, Guadualito, Gualalá, Yucal, Arenal, Cabecitas, Casas Viejas, Culebra, Murciélago, Claudio, Pascualito, San Bartolo, Sierpe, Tigre, Tambito, Trapiche, Aurora, Yarumal, Isla de Gallo, Naicioná y España.
Es un municipio con vocación agrícola, su población se dedica al trabajo de este sector en forma permanente, bien para generar los productos de subsistencia de la unidad familiar, o para generar excedentes para la comercialización de los mismos, como sucede con algunos productos agropecuarios.

Las plantaciones de coco se localizan en la parte baja (zona que presenta las condiciones propicias para el desarrollo de este cultivo) del río Micay. Se encuentran áreas extensas especializadas en coco. La producción se destina al mercado que se realiza en Buenaventura, aunque se han tenido crisis por el ataque de plagas, que han destruido cultivos enteros, entre los productores de coco se observa mejor nivel de vida del promedio municipal. Diferente es la situación en el caso del chontaduro, se localizan en la parte media y alta del río Micay, este cultivo ha comenzado a tener auge en el interior del país, por lo tanto en el municipio el cultivo se ha extendido de manera diversificada que permitirá no sólo el aprovechamiento del fruto sino de Palmito, este cultivo ha sido atacado por plagas, que con el sistema de fumigación y de embolsado del racimo se ha logrado obtener buenas producciones con un mercado que se hace con los municipios de Timbiquí, Guapi y el puerto de Buenaventura.
La caña de azúcar se emplea sobre todo para la producción de biche, en condiciones artesanales, poco higiénicas, se trata de una bebida alcohólica. Paralelo a esta producción del biche, se produce la miel ecológica; que consiste en un producto natural con buen control de calidad. Este cultivo se desarrolla en las partes baja, media y alta de los ríos Micay y Naya, convirtiéndose por esta razón en uno de los cultivos y de las actividades económicas más importante para la economía local; de la cual el 70 % de las familias obtienen unos niveles de ingresos para la satisfacción en parte de sus necesidades básicas.
La explotación de madera es un renglón que mueve la economía local, porque la población económicamente activa alterna su trabajo con lo forestal, la corta de madera bien sea en forma de trozas, o en bloques se ha convertido en algo importante, pues su comercio se facilita porque las embarcaciones que semanalmente viajan para llevar los productos del consumo, en su viaje López-Buenaventura, lo hacen cargadas con bloques de madera.

Algunos estudios indican que eventualmente podrían descubrirse yacimientos de petróleo en esta zona, pero no se han logrado avances en los procesos de exploración. En el mismo sentido se hace referencia a la posible existencia de depósitos de mármol y cal. La minería artesanal constituye una actividad económica histórica en la región, particularmente en los ríos Chuare, Siguí y Micay y algunos de sus afluentes. Sin embargo, debido a la proliferación de empresas mineras equipadas con retroexcavadoras, esta actividad ha quedado relegada.
La pesca es una actividad muy importante, practicada de manera artesanal, tanto para el autoabastecimiento como para la comercialización con Buenaventura, con bajos niveles de rentabilidad por costos de intermediación y transporte. En la región es importante la pesca de camarón de río y piangua; Sin embargo, la pesca de mariscos ha disminuido debido al impacto ambiental de la minería aurífera no artesanal, expansiva y descontrolada en las riberas del río Micay y sus afluentes, así como a la recolección ilegal mediante métodos muy contaminantes como el uso de petróleo para pescar en los manglares.
La pesca es artesanal y se efectúa en condiciones precarias, debido a que los pescadores en su mayoría no tienen equipos propios, lo que genera una relación de dependencia con comercializadores de los productos de mar; los cuales terminan pagándoles a bajo costo la producción. La producción en su mayor gran mayoría es llevada a Buenaventura, sobre todo las variedades más comerciales y de mayor tamaño porque la de menor tamaño se comercializa en la cabecera municipal y a lo largo de los ríos Micay y Naya.
Las especies de mayor producción son: bagre, corvinas, alguacil, pargo rojo, pelada, jurel, toyo, lisa, ñato, burinque, palometa; en camarón tenemos el langostino, tigre, y tití, a nivel de ostras esta la piangua, pateburro, caracol, y los cangrejos, azul y de barro.
El 79,1% de la población se definía como negra, mulata o afrocolombiana, el 8% como indígena y el 13% restante se consideraba mestizo. En el interior, la comunidad indígena que habita el municipio de López pertenece a los pueblos Embera y Eperara Siapidara; Tienen estructura social y organización político-administrativa propia, están instalados en cinco reservas a orillas de los ríos Micay, Naya y Saija: reserva indígena Belén De Iguana, reserva indígena Playa Bendita, reserva indígena Isla De Mono, reserva indígena Playita. y San Francisco La Vuelta, reserva indígena Río Guangüi. Asimismo, existen seis consejos comunitarios debidamente organizados y con dinámica propia en el territorio: el Consejo Comunitario Sanjoc Parte Alta Del Río Micay, el Consejo Comunitario Manglares del Río Micay, el Consejo Comunitario El Playón Del Río Sigüí, la Comunidad de Río Chuare integración. Consejo Comunitario Mamuncia Río Micay Medio y Consejo Comunitario Río Naya, que ocupan la mayor superficie del área rural municipal. Sin embargo, a pesar de un claro reconocimiento legal, no existe una demarcación de espacios entre reservas indígenas y consejos comunitarios.
Esta forma de ocupación expone el alto nivel de ruralidad y las dificultades de conectividad e integración entre los diferentes asentamientos humanos locales, así como con los municipios vecinos y la capital del departamento, lo que constituye uno de los principales desafíos a asumir por la administración.
López de Micay es un municipio de la costa pacífica caucana con una riqueza cultural enorme, su imponente biodiversidad lo ha convertido en el municipio más lluvioso del país; ahí, los habitantes sostienen una relación fuerte entre su territorio y su legado cultural. La magia de los sonidos de la marimba, el golpe de los bombos, el repique de los cununos y la fuerza de sus cantos llenan de vida la comunidad que permanece abrazada a sus raíces como forma de construcción de paz.

Límites:
Norte: Municipio de Buenaventura (Valle)
Oriente: Municipios de Buenos Aires y Morales
Sur: Municipios de Timbiquí y El Tambo
Occidente: Océano Pacífico










