José Alirio Cobo Lemos – Secretario Técnico CRL CAUCA – comiteregionallacteocauca@gmail.com – j-cobo@hotmail.com
En el proceso de producción de leche y/o carne bovina, en cualquier parte que se realice, se debe hacer de acuerdo a un orden sistemático de prioridades, todas igualmente importantes e indispensables. En el negocio de la ganadería se conjugan un gran número de elementos que hacen que este sistema de producción no sea tan sencillo, y se requiere que el ganadero en el día a día sea más activo en la búsqueda de mejores resultados.
Se habla de una estructura conocida como la PIRAMIDE DE LA PRODUCCION BOVINA, donde se organizan de forma ordenada una serie de procesos que muy bien conducidos conllevan al éxito de la actividad ganadera. La consecuencia de no conocer, y/o no entender cómo es que funciona correctamente cada escalón de la pirámide de la producción ganadera, no es otra que la CATÁSTROFE de las ganaderías como negocio.
En la base de la pirámide de la producción bovina se encuentra dos (2) actividades, la SANIDAD y la ALIMENTACIÓN, las cuales tienen similar relevancia y son los factores fundamentales del proceso productivo e íntimamente relacionados. Los animales sólo pueden estar en buenas condiciones de salud si se encuentran bien nutridos y responderán bien a la alimentación si se encuentran sanos. El pasto y el agua son la base de la alimentación de los bovinos, por lo tanto, toda la atención se debe centrar en conformar pasturas de calidad y de alta productividad y en la provisión de agua potable abundante y permanente.
Muchas consultas que realizan los productores giran entorno a que los animales no están consumiendo alimento y solicitan medicamentos para mejorarlos, pero la realidad es que no se cumplen con los planes sanitarios establecidos para cada año, a veces solo se cumple con los planes de obligatoriedad o de control oficial, como es el caso de la vacunación contra fiebre aftosa y brucelosis. Los tratamientos preventivos son una inversión, los curativos son un gasto.
Actualmente se encuentran varias enfermedades a las que el ganadero debe empezar a controlar y brindar la atención que se merecen e instaurar las medidas preventivas necesarias, enfermedades como el carbón sintomático, el carbón bacteridiano, la diarrea viral bovina, la leptospirosis, enfermedades reproductivas, etc., muchas de ellas llegan cuando se compran animales sin realizarles pruebas diagnósticas, que garanticen que se encuentran libres de este tipo de enfermedades.
La alimentación más económica que existe para los bovinos es el pasto. Todos los gastos que se realicen en la compra de productos agropecuarios, como son, suplementos, vitaminas, minerales, hormonas, reconstituyentes, etc., para aplicación vía oral o inyectable, no servirán de nada si los animales no se encuentran bien alimentados.
“En la ganadería el pasto es el REY”, se debe dedicar tiempo para conocerlo, es necesario determinar su comportamiento a nivel general, cada ganadero debe realizar estricto seguimiento a los períodos de ocupación y recuperación de los pastos en cada uno de sus potreros y en cada época del año. Se debe tener en cuenta que aún dentro de una misma finca, los pastos se comportan de forma diferente entre los potreros y más aún, se comportan de forma muy variada en el mismo potrero. Las condiciones nunca van a ser iguales, y si se quiere lograr condiciones iguales, primero se debe analizar el costo que esta actividad representa.
Una buena sanidad y alimentación, se complementan con buenas INSTALACIONES y adecuado MANEJO del ganado. Es importante tener instalaciones que conlleven a realizar las diferentes actividades de la finca de una forma más práctica y sencilla. Las instalaciones deben ser eficientes y económicas. Muchas veces se cuenta con las personas expertas en el manejo de los animales, pero no pueden desempeñarse con éxito, porque no se dispone de buenas instalaciones para este propósito y se corre el riesgo de no ejecutar las tareas de forma segura, corriendo serios riesgos de accidentes laborales. Por ejemplo, que no se disponga de un buen corral con apretadero para las labores de vacunación, tratamiento de enfermedades, inseminación artificial, etc.
En la cima de la pirámide de la producción bovina se encuentra la GENETICA, el mejoramiento genético es el factor de maximización, a nivel del animal, del aprovechamiento de la base alimentaria que recibe. Con frecuencia se observa a ganaderos que compran animales en ferias, remates o ganaderías particulares, a precios elevados, sin contar en sus propias fincas con las condiciones mínimas de alimentación, sanidad, instalaciones y manejo. Es un dinero malgastado, porque quieren llegar al último escalón de la pirámide de la producción, sin estar preparados en los anteriores.
Es indispensable respetar a los animales, son los que nos dan los resultados. Se debe dar un manejo de confort, hay muchas cosas pequeñas que a veces no se tienen en cuenta, y son muy importantes para ellos; aguas suficientes, sombra, nada de gritos, tranquilidad en el desplazamiento, muchas cosas de estas que ellos se merecen y que al final se verán reflejados en los rendimientos y en las calidades del producto final.
El proceso de producción bovina debe ser conducido, respetando el bienestar animal, para que la explotación sea racional, tanto por razones éticas y morales, como por el aumento de la eficiencia de la producción animal. El respeto al bienestar animal esta intrínsecamente asociado a la calidad biológica superior de los productos, a mayores y mejores niveles de producción y principalmente, a mayores beneficios económicos de los procesos productivos, dado que los animales estresados producen menos. Por eso todo el proceso de producción de leche y/o carne bovina debe estar envuelto en una atmósfera etológica, de respeto al bienestar animal.
Existen dos factores no relacionados con el sistema productivo como tal, pero que interfieren directamente sobre él y son: La ADMINSTRACION y el MERCADO.
El mercado es el regulador final del proceso productivo y es independiente de las acciones del productor. Todo el esfuerzo que realice el ganadero en su proyecto de producción de leche y/o carne bovina, no se podrá ver reflejado en su beneficio y en su totalidad, si no se dan cambios en el proceso de comercialización de los productos finales.
El ganadero realiza demasiado esfuerzo en la producción de comida para sus animales, realiza inversiones en equipos, maquinarias, agroinsumos, etc, implementa planes de mejoramiento genético a través de inseminaciones, para que al final sean evaluados por unos intermediarios comerciales que casi siempre son los que determinan el valor de los productos, se tienen que buscar los medios para que se valoren todos los esfuerzos hechos por los ganaderos día tras día.
La administración es el factor de la empresa ganadera más decisivo para el éxito de la implantación y desarrollo de la actividad. El ganadero debe implementar diligentemente las orientaciones del técnico o profesional que le brinde el servicio de asistencia técnica, debe mantener estricto control y seguimiento al registro de la información de los diferentes eventos zootécnicos y contables, y adoptar soluciones rápidas, oportunas y correctas ante las diferentes circunstancias que se presentan en este sistema de producción.
Es importante resaltar que más del 90% de los ganaderos del departamento del Cauca NO llevan las cuentas de los gastos, ingresos e inversiones que realizan en sus ganaderías, o si los llevan son muy incompletos. A veces se encuentran datos de gastos en drogas, concentrados e insumos, pero no se tiene la evaluación de los rendimientos, del manejo de los potreros, etc, estos datos son importantes para medir resultados y determinar si realmente son ganaderos productivos.
Si no hay una buena gerencia de la Empresa Ganadera, esta simplemente no andará bien. Sucede con cualquier empresa, cualquiera sea el negocio. Pero en la ganadería, el principal problema detectado es, qué si se las compara con las empresas de ciudad, en el sector urbano el productor (empresario) establece una buena administración/gerencia para su negocio, mientras en el sector rural, encarga de su ganadería a una persona muchas veces no preparada, que se ocupa de administrar allí un patrimonio muchas veces más grande que el que se maneja en una empresa urbana. Y aun así, el ganadero quiere o espera que produzca más o mejor, o al menos igual que una empresa de ciudad.
