José Alirio Cobo Lemos – Secretario Técnico CRL C
comiteregionallacteocauca@gmail.com – j-cobo@hotmail.com
Los páramos colombianos, ecosistemas únicos y vitales para la regulación hídrica y la biodiversidad, han sido históricamente el hogar de diversas actividades humanas, entre ellas, la ganadería. Esta práctica, aunque tradicional, enfrenta hoy el desafío de adaptarse a las exigencias de sostenibilidad y conservación ambiental
En el departamento del Cauca la agricultura y la ganadería son prácticas íntimamente asociadas con los páramos debido a múltiples razones. La principal es la presencia de una población humana que vive en los páramos por la falta de acceso a tierras más aptas en las partes bajas. De allí se desprende que los esfuerzos dirigidos a zonificar la agricultura y la ganadería, es decir, no hacerlas en sitios inapropiados e incrementar su rendimiento en los sitios óptimos, sean una necesidad.
Los páramos se encuentran a altitudes superiores a los 3,000 metros sobre el nivel del mar, caracterizados por su clima frío y húmedo. Estos ecosistemas son fundamentales para la captación y regulación del agua, abasteciendo a millones de personas en Colombia. La ganadería en estas áreas ha sido una fuente de sustento para muchas comunidades rurales, quienes han desarrollado técnicas adaptadas a las condiciones extremas del páramo. Los suelos y la vegetación de páramo también proporcionan formas eficientes de almacenamiento y secuestro de carbono.

Actualmente los páramos y la biodiversidad asociada están amenazados. Los trabajos de agricultura, ganadería, minería, plantaciones forestales, manejo inadecuado de los recursos hídricos y la expansión urbana plantean graves riesgos para su supervivencia a largo plazo. El cambio en el uso de la tierra en forma de expansión de la agricultura, es el responsable de la destrucción de la vegetación natural y la erosión del suelo. Además, el uso excesivo de agroquímicos en las prácticas agropecuarias induce cambios en las propiedades naturales del suelo, reducción en la capacidad del suelo para retener la humedad, afecta negativamente la calidad de las aguas superficiales y subterráneas, y produce un aumento en la meteorización de material orgánico y pérdida de nutrientes del suelo. En términos de la ganadería extensiva, los efectos están relacionados con el pastoreo y sobrepatoreo, la compactación del suelo, los incendios que afectan la productividad del suelo, los cambios en la composición de la vegetación de páramo y la contaminación y degradación de las lagunas y humedales de alta montaña.
Se considera que el cambio climático cause impactos adicionales en las funciones, la distribución y la composición de las especies de los páramos. Esto a su vez podría poner en peligro la vida y los medios de vida de las poblaciones humanas que dependen de este ecosistema. La débil incorporación de los temas ambientales en las políticas sectoriales, los efectos no deseados de las políticas macroeconómicas, conflictos con los derechos indígenas y el conocimiento tradicional y los problemas debidos a la débil coordinación con respecto a la planificación del uso del suelo a nivel local y nacional también han contribuido a la degradación de los páramos.
La presencia de comunidades rurales, incluidos los pueblos indígenas que dependen de las actividades de producción realizadas dentro de los páramos y sus alrededores hacen que el manejo integral de los páramos en Colombia sea un proceso complejo que requiere la participación activa para llegar a acuerdos con las comunidades que viven allí, así como la identificación conjunta de prácticas alternativas de producción sostenible para la reconversión y/o sustitución de prácticas existentes no sostenibles.
La función ambiental de los páramos es fundamental, pero en la actualidad están en riesgo significativo por las actividades agrícolas y ganaderas que resultan inadecuadas para las potencialidades de uso de estas zonas. Los sistemas de producción ganadera en las zonas de páramo solamente son viables bajo esquemas sostenibles y con un manejo y control especial. Pero para alcanzar esta “sostenibilidad”, es indispensable contar con la información básica que permita establecer las condiciones específicas y los impactos ambientales generados por esta actividad productiva sobre el ecosistema.
Se encuentran diversos reportes y alguna literatura técnica sobre los “impactos negativos” de la actividad ganadera en ecosistemas de páramo, pero, esta información no está respaldada por evaluaciones de impacto ambiental específicamente desarrolladas para la ganadería bovina. Estos reportes no entregan datos precisos que permitan cuantificar la magnitud de dichos impactos. Este vacío en el conocimiento es una de las mayores dificultades para asumir el reto de iniciar los procesos de reconversión ambiental y social que requiere la ganadería a escala nacional y departamental. Por tal razón, la identificación y valoración de los impactos ambientales, así como la propuesta de los planes de manejo para su prevención, mitigación, control o compensación, requieren de una metodología específica que se debe desarrollar y validar en nuestra región.
Se deben iniciar trabajos de investigación con el objetivo de contribuir a disminuir los impactos negativos generados por los sistemas de producción ganadera en las áreas de páramo, resaltando la importancia de analizar los procesos de transformación ambiental, las relaciones que se dan al interior de estos procesos y las características de dichos sistemas productivos. Es importante iniciar trabajos de caracterización de los factores físicos, químicos y biológicos que interactúan de forma natural, incluyendo los suelos, plantas, animales y el agua que conforman estos ecosistemas, realizar la caracterización técnico – económica de los sistemas de producción bovina y elaborar los planes de manejo ambiental, entre otros aspectos.

Desafíos y Adaptaciones: La ganadería en los páramos enfrenta varios desafíos. El sobrepastoreo puede llevar a la degradación del suelo y la pérdida de vegetación nativa, afectando la capacidad del páramo para retener agua. Además, el cambio climático y la presión por el uso del suelo para otros fines, como la agricultura y la minería, complican aún más la situación. Sin embargo, las comunidades locales han mostrado una notable capacidad de adaptación. Muchas han adoptado prácticas ganaderas más sostenibles, como el manejo rotacional de pastizales, la reforestación con especies nativas y la reducción del número de animales por hectárea. Estas medidas no solo ayudan a conservar el ecosistema, sino que también mejoran la productividad y la calidad de vida de los ganaderos.
Iniciativas de Conservación: Se deben realizar capacitaciones y actividades que promuevan la ganadería sostenible en los páramos, con la aplicación de técnicas de manejo ambiental, así mismo, se requiere del apoyo financiero para proyectos de conservación y la creación de áreas protegidas. La colaboración entre la academia, las comunidades y las autoridades es vital para que la ganadería en los páramos sea compatible con la conservación de estos valiosos ecosistemas.
Un Futuro Sostenible: El futuro de la ganadería en los páramos colombianos depende de encontrar un equilibrio entre las necesidades económicas de las comunidades y la preservación del medio ambiente, aplicando prácticas sostenibles acompañadas de educación ambiental. De esta forma, es posible asegurar que los páramos continúen siendo una fuente de vida y sustento para las generaciones futuras.
A largo plazo, se puede desarrollar una estrategia para proporcionar múltiples beneficios ambientales mediante un marco de gobernanza fortalecido, enfocado en la conservación y el uso sostenible de la biodiversidad. Esta estrategia debe incluir la implementación de actividades que mejoren la conservación de las diferentes especies de páramo, la conectividad ecosistémica y el suministro de servicios ecosistémicos. Además, promoverá la adopción de prácticas de producción que prioricen la biodiversidad, articulando las actividades entre las instituciones, el sector productivo y las comunidades locales y utilizando un enfoque étnico, diferencial y basado en el género. La divulgación del conocimiento y las experiencias resultantes de esta estrategia, de seguro, contribuirá a la adopción, por parte de los productores, de mejores prácticas enfocadas en la conservación de la biodiversidad y los servicios ecosistémicos en otros páramos de la región.




