El expresidente uruguayo José Mujica, de 89 años, ha comunicado que su cáncer de esófago se ha extendido al hígado, motivo por el cual ha decidido no someterse a más tratamientos y retirarse de la vida pública, solicitando tranquilidad en sus últimos días.
Por: Alejandro Zúñiga Bolívar
En una emotiva entrevista concedida al semanario uruguayo Búsqueda, el expresidente José Mujica ha revelado que el cáncer de esófago que le fue diagnosticado en abril de 2024 se ha propagado a su hígado. Debido a su avanzada edad y a la coexistencia de enfermedades crónicas, Mujica ha decidido no someterse a tratamientos adicionales ni a intervenciones quirúrgicas, afirmando que su cuerpo no resistiría tales procedimientos.
Con lágrimas en los ojos, Mujica expresó: “Mi ciclo terminó. Sinceramente estoy muriendo, el guerrero tiene derecho al descanso (…) El cáncer me está colonizando el hígado, no lo paro con nada. ¿Por qué? Porque soy anciano y tengo dos enfermedades crónicas. No me cabe un tratamiento bioquímico ni una cirugía más porque el cuerpo no aguanta. Estoy condenado hermano, hasta acá llegué”.
El exmandatario, conocido por su humildad y su estilo de vida austero, ha solicitado que se respete su privacidad en estos momentos difíciles, indicando que no concederá más entrevistas y que desea pasar sus últimos días en paz en su chacra de Rincón del Cerro, donde ha residido durante décadas junto a su esposa, Lucía Topolansky.
Mujica también aprovechó la ocasión para despedirse de sus compatriotas y reflexionar sobre su vida y legado. Agradeció por los años vividos y manifestó su amor por su esposa, destacando su deseo de ser enterrado en su propiedad junto a su perra Manuela. Asimismo, enfatizó la importancia de la democracia y expresó su pesar por no haber podido aliviar más la pobreza durante su mandato presidencial.
La noticia ha conmovido a Uruguay y al mundo entero, generando múltiples muestras de apoyo y reconocimiento hacia una figura emblemática de la política latinoamericana, cuyo compromiso con la justicia social y la humildad personal han dejado una huella indeleble en la historia contemporánea.
