Tras intensas negociaciones mediadas por Estados Unidos y Francia, Israel y el grupo libanés Hezbolá han acordado un alto al fuego de 60 días, buscando poner fin a más de un año de enfrentamientos en la región.
Por: Alejandro Zúñiga Bolívar, El Liberal.
En un esfuerzo por detener la escalada de violencia que ha afectado al Medio Oriente, Israel y Hezbolá han acordado un cese al fuego de 60 días, resultado de negociaciones facilitadas por Estados Unidos y Francia. Este acuerdo, que entrará en vigor, hoy, miércoles 27 de noviembre de 2024, tiene como objetivo detener las hostilidades y establecer las bases para una paz duradera en la región.
Desde octubre de 2023, Israel y Hezbolá han estado involucrados en un conflicto que ha causado la muerte de más de 3,500 personas en Líbano y 130 en Israel, además de desplazar a más de un millón de libaneses y 50,000 israelíes. La violencia ha incluido bombardeos, incursiones terrestres y ataques con cohetes, afectando gravemente a las poblaciones civiles de ambos lados de la frontera.
Detalles del acuerdo
El cese al fuego de 60 días incluye los siguientes puntos clave:
– Retirada de fuerzas: Hezbolá se compromete a retirarse al norte del río Litani, mientras que Israel retirará sus tropas del sur de Líbano.
– Despliegue de fuerzas de paz: Se desplegarán miles de soldados libaneses y fuerzas de paz de la ONU en la región fronteriza para supervisar el cumplimiento del acuerdo.
– Supervisión internacional: Un comité liderado por Estados Unidos, con la participación de Francia y otros aliados, supervisará la implementación del acuerdo y garantizará su cumplimiento.
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, calificó el acuerdo como un paso significativo hacia la paz en la región y expresó su esperanza de que sirva como modelo para resolver otros conflictos en el Medio Oriente.
Por su parte, el presidente francés, Emmanuel Macron, destacó la importancia de la diplomacia y el diálogo en la resolución de conflictos y reafirmó el compromiso de Francia con la estabilidad en el Líbano.
Aunque el cese al fuego representa un avance significativo, persisten desafíos para lograr una paz duradera. Ambas partes han expresado reservas y desconfianza mutua, y la situación en Gaza sigue siendo un punto de tensión. Analistas señalan que el éxito del acuerdo dependerá de la voluntad de las partes para cumplir con sus compromisos y de la eficacia de la supervisión internacional.
