En el estado de Pensilvania, un territorio decisivo para las elecciones de EE. UU., Donald Trump ha presentado demandas y lanzado acusaciones de fraude, mientras Kamala Harris busca consolidar el voto latino en la región.
Por: Alejandro Zúñiga Bolívar, El Liberal.
La contienda presidencial de Estados Unidos sigue generando atención y, en esta ocasión, Pensilvania es uno de los epicentros de la polémica. Este estado, considerado uno de los “swing states” o estados bisagra que podrían decidir el resultado electoral, ha sido objeto de controversia tras las declaraciones del candidato republicano Donald Trump, quien acusa posibles fraudes electorales. Con un mensaje directo a sus seguidores, Trump afirmó que “Pensilvania está haciendo trampas a gran escala“, y su equipo ha decidido presentar demandas para extender el plazo de solicitud del voto por correo.
La tensión electoral en Pensilvania es relevante no solo por su peso en el sistema electoral de EE.UU., sino porque este estado ha sido, en varias ocasiones, decisivo para definir al presidente. Trump y su equipo sostienen que el sistema de voto por correo puede prestarse a manipulaciones, aunque sus críticos argumentan que estas afirmaciones buscan deslegitimar un proceso de votación que ha sido fundamental durante la pandemia y el periodo posterior. En este sentido, la Corte Suprema ha sido llamada a revisar varios de estos casos para decidir si las solicitudes de extensión son válidas o no.
Kamala Harris, por su parte, ha intensificado su campaña para atraer a los votantes latinos, un bloque clave en Pensilvania. El equipo de Harris ha lanzado esfuerzos especiales para llegar a esta comunidad mediante anuncios, eventos, y mensajes dirigidos a los temas que más preocupan a la comunidad latina. La campaña demócrata ha resaltado que su objetivo es consolidar un apoyo que podría definir el resultado en un estado tan competitivo como Pensilvania.
Este enfrentamiento entre acusaciones de fraude y esfuerzos de movilización de votantes ha convertido a Pensilvania en un escenario central de la campaña 2024, mientras el país sigue de cerca las decisiones legales que podrían afectar los resultados en uno de los estados clave de la nación
