En una votación de 7 a 2, el alto tribunal ordenó a la administración Trump detener las deportaciones de ciudadanos extranjeros amparadas en una ley de tiempos de guerra. La medida responde a una apelación que cuestiona la legalidad del procedimiento y protege temporalmente a cientos de migrantes detenidos.
Por: Alejandro Zúñiga Bolívar.
La Corte Suprema de Estados Unidos ordenó a la administración Trump suspender temporalmente las deportaciones de ciudadanos extranjeros realizadas bajo la Ley de Enemigos Extranjeros de 1798, una norma de tiempos de guerra que rara vez ha sido invocada en la historia reciente del país. La decisión fue adoptada por una mayoría de 7 votos contra 2.
“Se instruye al gobierno no expulsar a ningún miembro de la supuesta clase de detenidos de Estados Unidos hasta nueva orden de esta corte”, señala el fallo del tribunal, divulgado este viernes.
El recurso fue presentado de manera urgente por la Unión Americana de Libertades Civiles (ACLU), luego de que se conocieran intentos del gobierno de trasladar migrantes detenidos a centros sin jurisdicción judicial activa, con el fin de facilitar su deportación. Muchos de ellos, según la ACLU, se encontraban en proceso de apelación o tenían medidas cautelares que les protegían de ser expulsados del país.
La ley en cuestión fue aprobada en 1798, en el contexto de posibles conflictos con Francia, y ha sido utilizada en contadas ocasiones, la más conocida durante la Segunda Guerra Mundial para internar a ciudadanos japoneses. Su uso actual ha generado controversia legal y política, especialmente por tratarse de población migrante en situación administrativa irregular, no combatientes ni representantes de gobiernos enemigos.
La orden de la Corte protege por ahora a los migrantes detenidos en centros como el de Bluebonnet, Texas, quienes habían sido trasladados desde otras jurisdicciones con órdenes judiciales activas. Esta maniobra, según los demandantes, buscaba eludir el control legal y acelerar su deportación.
Aunque se trata de una suspensión provisional, el pronunciamiento es considerado un revés significativo para los intentos de la administración Trump de ampliar el uso de herramientas legales extraordinarias en el marco de su política migratoria.
El fallo también señala que se conformará una agenda de revisión más amplia, en la que se definirá si la aplicación de la Ley de Enemigos Extranjeros en contextos migratorios actuales respeta el debido proceso y los principios constitucionales. Por ahora, la orden judicial impide nuevas deportaciones bajo este amparo legal, hasta tanto la Corte resuelva de fondo la cuestión.