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Carlos Felipe Castrillón

Carlos Felipe nació en Popayán el 11 de septiembre de 1950. En su ciudad natal completó estudios de primaria y bachillerato, y más tarde ingresó a la Universidad del Cauca para continuar su educación profesional

En una ocasión, mientras navegaba por la internet me topé con una frase muy sugestiva: “La historia del notario colombiano que recuperó el título de marqués que le había robado un impostor”.

Por: Maria Isabel Hoyos-Bustamante / Especial para El Liberal

Abandoné lo que estaba buscando y me detuve a mirar de qué se trataba. Mi sorpresa fue aún mayor cuando me enteré de que el protagonista de ese increíble relato era un “patojo”, otro de nuestros grandes: Carlos Felipe Castrillón Muñoz. Dediqué mi atención a recorrer ávidamente las líneas que relataban el suceso e, inevitablemente, evoqué la historia del nacimiento de nuestro glorioso Maese Bustamante.

Hice una mueca, que dejó vislumbrar en mi rostro una mezcla de orgullo y nostalgia, mientras pensaba: definitivamente, estas inverosímiles historias de origen, y muchas otras, solo suceden en nuestro Valle de Pubenza, y me dediqué a paladear la narración con gran interés mientras me enteraba de los pormenores que cada vez me parecían más novelescos.

Carlos Felipe Castrillón / Foto suministrada

Confieso mi culpa de no haber compartido en ese momento la historia con ustedes, pero el personaje que nos ocupa, además de su brillante carrera profesional y de su maravillosa historia, también ha incursionado con éxito en el ámbito literario, razones más que justas para que estemos hoy dedicándole estas líneas.

Carlos Felipe nació en Popayán el 11 de septiembre de 1950. En su ciudad natal completó estudios de primaria y bachillerato, y más tarde ingresó a la Universidad del Cauca para continuar su educación profesional, claustro que en el año de 1973 le otorgó el título de Doctor en Derecho y Ciencias Políticas y Sociales.

Su trayectoria profesional ha sido pródiga y versátil: estuvo vinculado a la rama ejecutiva del poder público a nivel municipal, departamental y nacional; fue profesor de la Pontificia Universidad Javeriana, notario en la ciudad de Bogotá y también ha ejercido su carrera de manera particular. Por otra parte, es miembro de número de la Academia de Historia del Cauca, de la Sociedad Bolivariana de Colombia y de la Asociación Nacional de Periodistas, seccional Cauca.

En 1981 recibió de la Pontificia Universidad Javeriana el título de Licenciado en Derecho Canónico; realizó estudios de actualización del Código de Derecho Canónico en Roma, en las Pontificias Universidades Urbaniana y Santo Tomás, y asistió como alumno a la sala de estudios del Tribunal de la Rota Romana.

Autor de ensayos académicos, entre los que se destacan “La separación conyugal en ambos derechos“; y “La sanación en la raíz del matrimonio civil de los católicos según el nuevo Código de Derecho Canónico”, con el que obtuvo, en la Pontificia Universidad Javeriana en marzo de 1984, su título de Doctor en Derecho Canónico.

También ha publicado libros relacionados con su profesión como El Concordato y la Constitución de 1991, historia de una transgresión del Derecho. En el año 2013, cuando se desempeñaba como notario 70 del círculo de Bogotá, le fue conferida la condecoración “Orden Nacional del Notariado”, en el grado máximo de Gran Cruz.

Castrillón es un noble por orden del rey Juan Carlos; ostenta el título de marqués de San Juan de Rivera, al cual se refiere con orgullo, pero con gran naturalidad: “prefiere decir que se trata de una anécdota familiar y que el valor de un título nobiliario es simbólico. Ser marqués no trae ningún privilegio, explica; solamente en España lo llamarían ilustrísimo señor”.

Según el artículo proveniente de la revista GENTE de España, ente que se encargó de difundir la noticia, Castrillón dedicó 20 años de su vida a concatenar los fragmentos de su historia hasta llegar a su origen; buscó partidas de nacimiento, matrimonio y defunción para confirmar que era descendiente del segundo y del tercer marqués de San Juan de Rivera, quienes vivieron en Popayán, como muchos miembros de nobles familias españolas, durante la Colonia. De esta manera, corroboró que le correspondía dicho título, el cual le había sido usurpado por un cubano que vivía en Miami.

De acuerdo con la información encontrada en el mismo artículo, Carlos Felipe Castrillón es pariente del tercer marqués de San Juan Rivera, Matías de Rivera y Londoño, porque una de sus bisabuelas, Prima Castrillón Espinosa, se casó con Laureano Mosquera, nieto de ese marqués. Esa misma bisabuela es hija de Manuel José Castrillón (su tatarabuelo), nieto del segundo marqués, que trabajó para la Corona y luego fue leal a la causa republicana. Después de muchas investigaciones, intervención de abogados y ayuda de personas versadas en el tema de nobleza, nos encontramos con un final de cuento de hadas donde el título regresa a su verdadero dueño.

Entre sus obras literarias se destacan “La paradoja de un sueño” y “KEOPS y el renacer de los déspotas, itinerario de un exiliado”, continuación de la primera y objeto de ponderación por parte de personas destacadas en el ámbito literario y periodístico internacional.

Doña Isabel Díaz Ayuso, periodista y política española, presidenta de la Comunidad Autónoma de Madrid, dirigió una carta al autor con fecha agosto 13 de 2024 que contiene elogiosos párrafos, de los cuales trascribo algunos a continuación.

“Quiero felicitarle por esta nueva publicación. La continuación de La paradoja de un sueño llega en un momento crucial. He leído la sinopsis de su novela, que describe el viaje de un exiliado a través de un panorama político convulso y lleno de desafíos. Promete una lectura profunda y reveladora cuando el análisis de los cambios sociales y políticos es más relevante que nunca.

Es reconfortante saber que Keops, y el renacer de los déspotas está siendo reconocida en España a través de la autoedición digital y plataformas como Amazon, acercando su mensaje a un público más amplio. Espero sinceramente que esta obra alcance otros rincones del mundo.

Le deseo mucho éxito en sus futuros proyectos literarios. Estoy convencida de que su talento y dedicación seguirán dando frutos. Un fuerte abrazo”.

Alberto Cerezuela, fundador de la editorial Círculo Rojo de España, después de leer la novela, hace comentarios relevantes de lo que percibió en ella, algunos de los cuales comparto con ustedes:

“La historia muestra la evolución del personaje principal a través de sus distintas experiencias con una mirada crítica acerca de la política y de la sociedad. El vínculo con Egipto y la búsqueda por desentrañar sus más ocultos misterios dan continuidad al relato, y la referencia a lugares, personajes y hallazgos arqueológicos enriquecen la narrativa. La relación sentimental de Arturo con Antonella, y más tarde, su reencuentro con Rebeca, policía de la Interpol, aportan un componente de intriga y sensualidad”.

“Es una novela muy interesante, entretenida y a la que merece la pena acercarse. No es simplemente un documento histórico sino, más que eso, una especie de denuncia, un ajuste de cuentas con la memoria colectiva y, a la vez, un grito desesperado de quien ha vivido el exilio, no como tránsito sino como condena. El autor con su pluma curtida de jurista, diplomático y narrador construye una obra que bascula entre la ficción política y el testimonio existencial. Aquí no hay espacio para la indiferencia”.

“Lo que más me gustó de la obra fue su estilo narrativo; me parece un alegato implacable. Castrillón escribe con la precisión de su formación de un jurista y la rabia contenida de quien ha visto cómo la historia se reescribe al gusto del vencedor. Su estilo es denso, está cargado de contexto político, pero nunca es pedante. Los diálogos están impregnados de lucidez y desencanto; las descripciones no buscan belleza, buscan verdad, y la verdad aquí en este libro, como en la vida, es incómoda”.

Para terminar, quiero que sea el propio autor, desde una conversación informal que sostuvimos, quien, en sus propias palabras, nos de una macro idea de sus dos obras y la relación que hay entre ellas.

“La verdad, de la primera novela no creo que pueda conseguirse ningún ejemplar. Estuve por reeditarla el año pasado, pero no se concretó. Sin embargo, a partir de la tercera parte de la actual novela se encuentran alusiones a ella, para continuar con la trama y para que cobre algún sentido si el lector no conoció la que le precedió. Quizá más adelante publique ambas con la editorial Círculo Rojo, de España. Te aclaro, eso sí, que aun cuando en ambas hay rasgos autobiográficos, no necesariamente La paradoja de un sueño es una fiel semblanza de mi vida aunque, para serte franco, no pocas de las vivencias retratadas en ella se cumplieron después. Quise que fuera un testimonio de fin del siglo XX cuando la escribí, así partiera de un relato particular pero, indefectiblemente, dentro de un contexto de globalidad, como el del mundo que nos ha tocado vivir.

El protagonista persigue un título, es cierto, pero nada de esto existía cuando la novela se escribió. Curiosamente, “el marqués de los Solares” de la novela fue apenas un anticipo clarividente (?) de cómo se inició este proceso; cuando años después me llamó desde Miami el marqués del Solar (no de los Solares, como yo lo había llamado), a la fecha, ya fallecido. Su hijo heredó el título. Así pues, el relato de la novela no es el de mi propia vida, pero, pasado el tiempo, muchos de los acontecimientos fabulados se llegaron a cumplir. Quizá esto la haga, en la actualidad, más interesante.

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