Por: Alejandro Zúñiga Bolívar, El Liberal.
La reciente renuncia del Secretario de Infraestructura de Popayán es un nuevo capítulo en la serie de dificultades que ha enfrentado la administración municipal para consolidar un equipo estable y eficaz. Si bien no es la primera vez que un alto funcionario del gabinete decide dar un paso al costado, este hecho pone nuevamente en evidencia la falta de cohesión y continuidad que parece caracterizar a la actual administración.
El desafío de conformar un equipo articulado es crucial, sobre todo en un momento en que Popayán enfrenta problemas estructurales que exigen soluciones urgentes y bien ejecutadas. Los ciudadanos de esta ciudad no pueden seguir esperando indefinidamente por avances significativos en infraestructura, seguridad, movilidad y otros frentes clave. Sin embargo, la renuncia de una figura clave en la Secretaría de Infraestructura parece sumarse a una lista creciente de obstáculos internos que impiden el desarrollo y ejecución de los proyectos necesarios.
Es justo reconocer, por otro lado, que el equipo del mandatario también cuenta con personas altamente capacitadas y comprometidas. Tal es el caso de la doctora Juliana Sarmiento, Secretaria de Hacienda, cuya gestión es clave para mantener las finanzas municipales en orden en un contexto económico tan difícil como el que estamos atravesando. Igualmente, Yasmín Hurtado, desde la Secretaría de Planeación, sigue liderando una de las apuestas estratégicas de la ciudad, la revisión de largo plazo del Plan de Ordenamiento Territorial para Popayán. Sin embargo, las virtudes individuales de algunos miembros no logran compensar la falta de una estrategia integral y cohesionada para enfrentar los desafíos estructurales de la ciudad.
El Alcalde de Popayán, a quien muchos reconocen como una persona bien intencionada, se encuentra en una encrucijada. Su mandato, por ahora, ha estado marcado por buenas intenciones, pero también por una incapacidad para formar un equipo que funcione como un engranaje bien aceitado. Es momento de que el mandatario no solo se rodee de personas capacitadas, sino que logre organizar una estrategia de trabajo coherente, que dé frutos visibles y tangibles para la ciudadanía. Porque, al final, si no logra armar ese equipo capaz de materializar las soluciones que Popayán tanto necesita, será él quien cargue con la responsabilidad de no haber sabido elegir ni coordinar correctamente a su equipo de trabajo.
En tiempos de incertidumbre y cambios, Popayán necesita un liderazgo que no solo inspire confianza, sino que demuestre resultados. El reto está en las manos del Alcalde, quien aún está a tiempo de corregir el rumbo.