Por: Alejandro Zúñiga Bolívar, El Liberal.
La reciente victoria de Donald Trump ha puesto en evidencia, una vez más, que las encuestas electorales no son necesariamente el reflejo más confiable de la realidad. Aunque la mayoría de los sondeos proyectaban un empate técnico entre los candidatos, las urnas mostraron una ventaja clara para el expresidente. Este desenlace, sin embargo, fue algo que las casas de apuestas y el mercado financiero ya habían anticipado, interpretando señales que las encuestas no lograron captar. Estos sectores se prepararon ante la posible llegada de Trump a la presidencia, considerando sus políticas económicas que resonaron profundamente entre los votantes, a pesar de sus antecedentes legales y su comportamiento polarizante.
En estas elecciones, la situación económica se convirtió en el tema central. Para millones de estadounidenses, las promesas de recuperación económica, empleos y una postura firme frente a la inflación fueron razones de peso para pasar por alto otras controversias. Ni las múltiples acusaciones y procesos judiciales en curso, ni las revelaciones de la última campaña, ni los ataques directos de Trump hacia ciertos grupos, especialmente inmigrantes, resultaron suficientes para cambiar la dirección de su electorado. Al final, los votantes optaron por la promesa de una economía revitalizada, a pesar de los riesgos y las divisiones que acompañan la figura de Trump.
Este desenlace pone en duda la capacidad de las encuestas de captar el pulso real de una sociedad cada vez más fragmentada y polarizada. El hecho de que los mercados financieros y las apuestas acertaron en sus proyecciones sugiere que, en tiempos de incertidumbre, los temas económicos se imponen con fuerza sobre la retórica y el escándalo mediático. La elección de Trump revela, una vez más, que la economía es uno de los motores más poderosos en política de los Estados Unidos y que, frente a una crisis económica, muchos están dispuestos a relegar otros factores en favor de la idea de una prosperidad económica.
El triunfo de Trump también refleja una elección marcada por el pragmatismo. Los votantes no sólo expresaron su frustración con la economía actual, sino que demostraron un anhelo de recuperación y cambio. Las elecciones de este año recordarán que, cuando se trata de la economía, los números importan, pero aún más importante es lo que esos números representan para las personas.