sábado, septiembre 13, 2025
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Triunfalismo a destiempo

Por. Alejandro Zúñiga Bolívar, El Liberal.

La Media Maratón de Popayán 2024 ha sido presentada como un logro rotundo, pero detrás de los anuncios de éxito y cifras positivas se esconden fallos que no pueden ser ignorados. La reprogramación del evento, que originalmente debía realizarse en el segundo semestre de este año, y la manera en que se han gestionado las inscripciones, dejan serias dudas sobre la transparencia y la consideración hacia los participantes.

A primera vista, el anuncio de que la Media Maratón ha alcanzado el máximo de inscritos podría parecer motivo de celebración. Sin embargo, este dato se construye no solo con las nuevas inscripciones, sino también con la inscripción automática de quienes habían pagado para participar en la fecha original. Una acción que, aunque resuelve el problema del cupo, pasa por alto un aspecto fundamental: las múltiples quejas de quienes exigieron la devolución de su dinero.

Este atropello no es menor. Muchos de los inscritos en la fecha inicial no solo esperaban que el evento se realizara en la fecha prometida, sino que, tras su aplazamiento, confiaban en que su derecho a un reembolso sería respetado. Obligar a los participantes a aceptar una reprogramación en lugar de ofrecerles alternativas claras y equitativas demuestra una falta de empatía y una desconexión con las expectativas legítimas de quienes creyeron en el evento desde el principio.

El enfoque triunfalista con el que se han comunicado las cifras contrasta con la realidad de los reclamos no atendidos. Presentar el evento como un éxito total mientras se ignoran las preocupaciones de los participantes es, en el mejor de los casos, una ilusión construida para maquillar una gestión deficiente, y en el peor, una muestra de indiferencia hacia el público que hace posible este tipo de actividades.

Además, la insistencia en remarcar que el evento está “agotado” refuerza la percepción de que la prioridad no ha sido resolver los problemas, sino maquillar las cifras. Si bien se espera que la Media Maratón sea una jornada positiva para la ciudad, el ruido que genera esta falta de sensibilidad con los participantes puede opacar los beneficios que debería traer un evento de esta magnitud.

Popayán merece eventos que enorgullezcan a sus ciudadanos, pero también requiere de una gestión honesta y transparente. Los inscritos no son números que ayuden a cuadrar balances; son personas que merecen respeto y respuestas claras. Insistir en el éxito del evento sin abordar estos problemas es una actitud que no solo desdibuja el propósito del evento, sino que arriesga la confianza del público en futuras ediciones.

Es hora de que los organizadores dejen a un lado el triunfalismo vacío y enfrenten las críticas con responsabilidad. Escuchar a los participantes, reconocer los errores y actuar en consecuencia no solo es lo correcto, sino también lo necesario para garantizar que eventos como este sean realmente un motivo de orgullo para todos.

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