Por: Alejandro Zúñiga Bolívar, El Liberal.
El presidente Gustavo Petro, aquejado de un cuadro viral, canceló el viernes pasado su agenda y, como de costumbre, dejó a muchos esperando. Esta vez, las víctimas de la Unión Patriótica (UP) tuvieron que cancelar el evento en el que esperaban recibir una disculpa oficial por el exterminio que sufrieron, reconocido en una condena internacional contra Colombia. Al parecer, la gripa del mandatario se volvió más importante que cumplir con ese acto simbólico y esencial de memoria histórica. Cosa que, hoy en día, no le ocurre a ningún trabajador en Colombia que, normalmente, deben ir a trabajar con gripa, salvo casos excepcionales.
Pero no fue el único evento que quedó en el aire. Ese mismo viernes, en el norte del Cauca, comunidades campesinas, indígenas y afrodescendientes esperaban la firma del “Acuerdo por la Paz y la Convivencia”. Después de meses de diálogo, en el que participaron gremios como Asocaña y Procaña, además de los gobiernos nacional, departamental y municipal, todo estaba listo para la entrega de 1.500 hectáreas de tierras como parte de la tan mencionada Reforma Agraria. Pero, sorpresa, el presidente no se presentó. Al final, el acuerdo se firmó, pero fue la vicepresidenta Francia Márquez quien salvó el evento de un fiasco total. Eso sí, la pregunta sigue en el aire: ¿es que Petro solo firma documentos importantes cuando está completamente libre de síntomas?
Y aquí es donde la situación se vuelve verdaderamente tragicómica. Mientras en Bogotá uno pensaría que el presidente se quedaría en reposo, evitando el frío de la capital, la realidad es que Petro decidió “recuperarse” en el cálido clima de Cartagena. Porque claro, ¿quién no se cura de una gripa bajo el sol caribeño? En lugar de cancelar los compromisos y guardar reposo, el presidente optó por un descanso frente al mar. No se sabe si con un buen cóctel en la mano, pero lo que sí sabemos es que ni víctimas ni alcaldes, ni siquiera las tierras del Cauca, parecieron ser una prioridad en su apretada agenda de convaleciente.
Y mientras media docena de ministros iban a El Plateado, el país criticó la ausencia del Presidente en la retoma. Y para excusar esa ausencia, el argumento fue la seguridad. La segunda al mando, Laura Sarabia, explicó que el presidente no asistió a la retoma de El Plateado el fin de semana por problemas de seguridad. Claro, quién puede estar seguro de dejar la brisa de Cartagena por un viaje en helicóptero a una zona roja en el Cauca.
