La voz de muchas mujeres

Hoy conversamos con motivo del Dia de la Mujer con Nasly Lucumí Díaz, Secretaria de la Mujer del departamento del Cauca. Abogada, Licenciada en Etnoeducacion, Especialista en Derecho Constitucional y Aspirante a Magister en Estudios Interculturales
Por: Antonio María Alarcón Reyna
Familia
Soy oriunda de la región del Norte del Cauca, el municipio de Suárez. Nací en la zona rural de ese municipio en el corregimiento de Asnazú con mis venas paternas maternas de este mismo municipio pues mi mamá es del corregimiento de Asnazú y mi papá del corregimiento de La Toma.
Lo defino como un hecho muy significativo porque ahí están mis raíces, lo que soy. Mi padre se llamaba José Hermógenes Lucumí, desafortunadamente murió en el 2007 en un accidente de tránsito. Era un líder comunitario con mucha fuerza, un hombre de que además se dedicó a la política por muchos años, fue Concejal cuando Suárez era corregimiento del municipio de Buenos Aires y él ejercía todo su liderazgo, fue concejal por varios periodos. Luego Suarez se convirtió en municipio en 1990 y ahí logró ser concejal por un periodo y posteriormente fue Diputado a la Asamblea del departamento del Cauca y desde ahí hemos heredado un sentir por el liderazgo comunitario. Mi madre se llama Orfilia Diaz Caicedo y todavía nos acompaña, es una mujer muy trabajadora que dedicó más de 34 años de su vida al magisterio.
Recuerdo mucho a mi abuela materna, que es una matrona única llamada Isaura Caicedo Caicedo. Nació en 1918 y murió en el 2011. Era una mujer de esa época, casada con un hombre que era más bien machista, mi abuelo Vicente Díaz y recuerdo que entre lo que le cuentan a uno y lo que ellos mismos hablaban y que ella misma nos contaba, porque logré criarme a su lado, que él no quería darle estudio a las hijas bajo la teoría de que las hijas lo que hacían era aprender a leer para escribirle las cartas de amor a los novios. Parecía que el derecho al amor no era un derecho sino algo privado y había entonces que distanciar y privar a las mujeres del estudio.
Con esa narrativa, con esa información, mi abuela lo que hizo fue tomar más fuerza y entender que debía dar estudio a sus hijas. Ellos tuvieron diez hijos, cuatro hombres y seis mujeres. Mi abuela se dedicó al comercio y era conocida como negocianta de las que salían de Suárez en el tren a Santa Elena en Cali. También vendía comidas allí a la orilla de la vía del ferrocarril, pues en Asnazú había estación del tren. Ella era oriunda del corregimiento de Honduras pero luego se vinieron a vivir Asnazú y tenía ese carácter fuerte, era como decimos en el territorio, jodida, pero nos enseñó los valores de la rectitud.
Entonces, entre el carácter fuerte de mi abuela, el carácter fuerte de mi papá y la dulzura de mi mamá y la dulzura de mi abuelo materno, pues crecí alrededor de ese núcleo, me fui forjando como mujer, en medio de una tradición muy muy ancestral que perdura en la familia. También aprendí mucho de mis tías y de las mujeres de la región que además de ser madres, tenían que ejercer otros oficios y labores propias del campo y de la minería.
Fui influenciada en mi educación por la presencia de mi mamá y de mi abuela, por supuesto que el referente de crianza de mi abuela Isaura fue muy importante porque ahí hay unos principios que están heredados y apropiados por mi mamá y a su vez, ya apropiados por mis tías que también estaban allí alrededor y a su vez, yo los he heredado. Del matrimonio de mis padres somos 4 hermanos, mi hermana mayor Yamit Lucumí Díaz, mis hermanos Yesid y Alexander. Pero, tengo otros cuatro hermanos de parte de mi papá que los tuvo antes del matrimonio
Educación
Partiendo de lo que mi abuela decía y también mi papá, porque mi papá también era un hombre que se inspiró en que había que estudiar y esto no es un tema menor, pues para la generación que nosotros somos, no había personas profesionales en la comunidad y ellos tuvieron esa visión y se comprometieron con el estudio de sus hijas, pero también de sus hijos.
Ellas se hicieron docentes y una, enfermera, actividades propias de ese momento histórico. Mi papá a pesar de solo haber estudiado la primaria tuvo una visión muy grande y yo recuerdo que cuando él era Diputado y me traía a Popayán yo era muy niña, pero él me llevaba a las oficinas para que yo me fuera familiarizando con esos espacios. De hecho, el primer par de zapatos de tacón que yo me puse, me los compró mi papa, como tratando de motivarme de ese era mi camino y para eso tenía que estudiar.
Mi papá quería que uno de sus hijos fuera abogado y yo quería estudiar odontología. Mi hermana mayor no quiso ser abogada. Sin embargo, cuando me gradué a los 16 años del bachillerato en el Convento de Religiosas de Asnazú, tomé la decisión de irme de religiosa a un convento y me fui. En Asnazú había una comunidad religiosa de la Anunciación y ayudó que yo inspiraba por el servicio, creo que eso es lo que lo inspira a uno, la vocación del servicio que está tanto al interior de la comunidad, como una vocación heredada por los padres, pero a su vez lo que implica toda la narrativa del servicio alrededor de la iglesia.
Entonces yo me quise ir para el convento y me fui una semana después de haberme graduado, pero claro, ya previamente habíamos estado haciendo trabajos de acompañamiento con las religiosas porque crecí alrededor de grupo un grupo juvenil e íbamos a evangelizar. Me fui al convento y les cuento, en la vida de la formación de las religiosas hay una primera etapa que es del aspirantado, que dura seis meses, pero como yo me fui con otra compañera y ya como dos años antes se había ido otra compañera cuando estábamos en noveno pues ella no terminó el bachillerato con nosotras, se fue y lo terminó allá, entonces teníamos una camaradería. Entramos y no nos dejaron seis meses en el periodo del aspirantado pues vieron que teníamos mucha vocación y compromiso y a las dos semanas nos promovieron al postulantado, que era el siguiente periodo para pasar al noviciado y tomar hábito, y ahí entonces me detuve un poco a pensar y a reflexionar porque yo estaba muy joven solo tenía 16 años y me vine a casa, o sea, salí del convenio, pero siempre quise regresar.
La verdad, había mucha norma, parecíamos niñas chiquitas. Ahora uno ve religiosas andando solas; antes usted las veía de a dos o tres; y también dudaba mucho porque recibía consejos, estábamos muy jóvenes y mi papá tenía también mucha reserva con el tema, porque no era no era tan común que las mujeres negras entraran a los conventos y él tenía la creencia de que las mujeres negras al entrar a un convento sin estudiar terminaban como las sirvientas de las otras. Él tenía esa visión sin que en ese momento, porque estoy hablando de la época de los 90, apenas empezaba todo ese camino de la reivindicación de los derechos étnicos y todo el tema de las mujeres, digamos que no estaba apropiado así, pero él tenía una visión de advertir e insistía que estudiáramos y nos infundó eso, por lo me salí del convento.
Mi papá quería que las mujeres fuéramos maestras, era el referente más cercano de la gente y como él estaba en el mundo de la política, podía ayudarnos a conseguir trabajo. A mi hermana Yamit la llevaron a estudiar a una Normal de Señoritas en Cartago y se formó como maestra, pero ella no quería ser maestra, aunque pedagógicamente sé que le sirvió mucho. Cuando yo estaba en séptimo me iban a llevar a la Normal de Belalcázar, pero pasó lo de la avalancha y entonces me quedé en el convento.
Como éramos cuatro hermanos, y a todos querían posibilitarnos estudio, el tema económico para nuestra educación no era fácil y si yo estudiaba odontología, la situación económica familiar se complicaría mucho, pues es una carrera costosa, me decidí por Derecho que estudié en la Universidad Santiago de Cali. Mis hermanos mayores ya estaban en Cali estudiando. Mi hermano, Ingeniería Sanitaria en la Universidad del Valle y mi hermana, Administración de Empresas y me fui con ellos. Posteriormente cuando me gradúo, logro avanzar en varios caminos entre lo organizativo y conocí un proceso que se llama Pastoral Afrocolombiano en Cali, justamente mi tránsito allá creo que fue una de las experiencias que marcó mi vida en términos de la toma de conciencia de mi identidad étnica.
Al tiempo, se estaba fortaleciendo e instalando la ley 70 de 1993 y en mi comunidad nos organizamos como Consejo Comunitario. Entonces empecé a tomar conciencia del papel que tenemos las comunidades que somos descendientes de África y que estamos aquí en América y estamos en Colombia y alrededor de esa de esa comprensión de la vida entonces también entendimos que la sociedad tiene apropiados unos códigos de racismo y de discriminación pero también en esa comprensión y toma de conciencia, también decidimos hacer rupturas para que las historias no se repitieran y entendí entonces, la voz de mi abuela que sin tener la conciencia de la ley, sin tener la conciencia del reconocimiento de los derechos, simplemente sabía que había que cambiar realidades y que la educación si era el camino. Igual al pensamiento de mi papá que sin manejar la nueva narrativa de la reivindicación de los derechos étnicos, en la práctica, sabía que para hacer rupturas y crecer, la educación era la respuesta a todo.
Secretaria de la Mujer
El Estado está representado en instituciones y las instituciones son dirigidas por personas, creo que ahí está la clave, es un depende qué personas son las que las dirigen. El espíritu natural de la Constitución política es incluyente, de un reconocimiento al resultado de una lucha, de una conquista, donde ahí hemos querido representarnos todos, pues hablando de quienes lograron poner ahí las letras. Pero eso es papel, ahora pónganlo en práctica, entonces uno dice ¿acaso este gobierno, el de ahora, desde lo nacional no está simplemente aplicando el espíritu de la Constitución?
Ya con relación al departamento, también es un depende de quién lo lidere quien lo gobierne porque pasa por la apropiación y la comprensión de la categoría del derecho; entonces si yo soy Secretaria de la Mujer y lo tengo apropiado, tengo que hacer equipo con los otros secretarios y secretarias que también deben apropiarlo, pero si no lo apropio, pues se queda en papel. Para decir entonces con esto, que los derechos son el resultado de una conquista y efectivamente son derechos porque se han reconocido. Ahora, depende de la claridad que tengamos para ponerlo en acción a través de una meta, entonces aquí estamos con propósitos y en los propósitos son las metas, nos tenemos entonces que rodear y para este caso, este gobierno departamental es muy diverso cierto y como es diverso, pues muestra una expectativa de que esa diversidad puede ser introducida por nosotros que somos quienes lo estamos orientando, entonces no sé si esto es muy retórico pero pasa por la Política Pública para la Mujer en el Departamento del Cauca y lo hemos apropiado. Tenemos que ver los asuntos de las mujeres y de género y pasa es por cómo la sociedad está abordando estos temas y nosotros como entidad, lo que estamos es recordándole a la sociedad, que estos temas son importantes y que una manera de visibilizarlos es haciendo una Agenda Pública para que se garanticen unas acciones específicas
Procesos participativos
Estamos en un consenso de gobierno y ese consenso de gobierno pues se da a partir de unas herramientas de gobierno que tenemos y esas herramientas en principio están en un Plan de Desarrollo que ha sido concertado con la ciudadanía, con la participación de voces de las mujeres y de muchos hombres, pero este Plan de Desarrollo previamente para el caso del tema de mujeres, ya el departamento del Cauca cuenta con una política pública para la dignidad de las mujeres adoptado por Ordenanza departamental.
Tenemos una Ordenanza de diciembre del 2023 que se apropia, llegamos nosotros como fuerza del pueblo y lo que hacemos es inspirarnos por el contenido de la política pública y la tarea entonces desde la Secretaría de la mujer es apropiar esa política pública. Trabajar a partir de una estrategia de transversalización para que no solo la Secretaría de la Mujer sino todas las otras misionalidades de la gobernación, también apropien y transversalicen desde la misionalidad de seguridad, participación, derechos humanos, paz, salud, educación, desarrollo económico y competitividad, agricultura, y allí los temas de la mujer tienen una mirada y un enfoque particular con esa misionalidad.
Nosotros insistimos en que sea un enfoque diverso, comunitario, participativo y como hablar de mujeres, es hablar de mujeres étnicas, campesinas, urbanas, rurales, entonces ya nuestro Plan de Acción es resultado de esas metas de Plan de Desarrollo y están orientadas a unos planes indicativos y como los recursos son finitos, nos corresponde priorizar y aquí tenemos en cuenta la importancia de la concurrencia en los territorios, a fortalecer las capacidades técnicas, administrativas y presupuestales de los municipios. Es decir, la gobernación en sí pasa o hace su acción viva a partir de una articulación interinstitucional e intersectorial con organizaciones, con la sociedad. Lo que tenemos todos y todas es identificar quiénes son los aliados estratégicos que tienen agendas comunes en función de la equidad y la igualdad de las mujeres.
Es una necesidad en este momento avanzar hacia la equidad que son oportunidades para las mujeres en el departamento, y desde lo nacional se ha creado el Ministerio de la Igualdad y la Equidad y con ellos hay una gran articulación por los temas en común que pasan por autonomía económica para las mujeres, por espacios seguros para las mujeres y desde allí estamos impulsando la construcción de casas para la dignidad de la mujer en varios municipios del departamento, estamos impulsando a servicios para la protección de las mujeres como casas de protección o casas refugio o de acogida y que son comunes en los territorios.
La decisión de nuestro gobernador Octavio Guzmán es brindar todo el apoyo y para dar una respuesta articular, además están las organizaciones internacionales que tienen mandato con los asuntos de las mujeres, dentro de ellos está con mujeres está La ONU, UNICEF, USAID, y hay organizaciones de mujeres en el departamento que funcionan como red, otras que están en acción específica en lo local. Están además, las instancias que asesoran a la gobernación del Cauca en materia de mujer que es el Consejo Consultivo Departamental de Mujeres, como una gran instancia de participación y están los Consejos Consultivos Municipales. Con eso empezamos a construir diagnósticos y con ellos avanzamos en los procesos desde lo estratégico.
Estamos en construcción permanente de poder hacer alianzas y acoger a las mujeres y en la medida que nosotros hemos ido instalando servicios para los temas comunes de las mujeres allí entonces digo que la acogida es positiva. Nosotros por ejemplo, hoy lideramos esta casa, este lugar donde además coincide, funcionamos como Secretaría de la Mujer en la esencia de este de esta infraestructura, está una casa para la para la mujer empoderada. Desde aquí ofrecemos servicio de orientación psicológica, psicosocial, jurídica, procesos de formación permanente, servicio de cuidado para aquellas mujeres cuidadoras que quieren sacar adelante sus proyectos de vida.
Aquí hay una acogida importante y en el 2024, que es mi experiencia de tránsito, logramos promover a 2200 mujeres que se formaron, hicimos un recorrido en los territorios con otros procesos pero con una a veces es lento, pero a su vez tenemos otros servicios, tenemos una casa de acogida para mujeres víctimas de violencias con riesgo de feminicidio porque ahí también esa es una de nuestras acciones de éxito, para guardar y proteger la vida de las mujeres porque a pesar de haber tantas normas tantas leyes, a pesar de haber tantas normas y la penalización inclusive de comportamiento de violencia, persiste la violencia de género y persiste además en el departamento del Cauca porque en lo corrido del año 2025 a hoy, ya llevamos diez mujeres de manera injustificada. Uno quisiera no tener que hablar de víctimas, pero existen los hechos y frente a ellos debemos concentrarnos.
Me llena de alegría ver como las mujeres creen que la sociedad está cambiando y que entre todas estamos contribuyendo y son voces muy poderosas y muy potentes. Cuando entre todas nos abrazamos y digo que entre todas, porque por un lado estar aquí en este liderazgo, en esta Secretaría de la Mujer, también requiere de requiere de sentir que hay empatía con las mujeres y encontrar esa empatía es muy importante y sentir que las mujeres reconocen y valoran que se está avanzando en cosas, que está construyendo es bonito.
Día de la Mujer
Hay que resaltar que el 8 de marzo es el Día de la mujer Trabajadora porque a partir de las que trabajaron en ese momento histórico, se reconocieron derechos laborales, y esa es una conquista que no solamente beneficia a las mujeres, sino que también beneficia a los hombres.
El mensaje para todas las mujeres especialmente para las caucanas es que hay que seguir trabajando para la reivindicación y el logro de los derechos de todos y de todas y de manera muy especial este año se lo dedicamos y resaltamos la labor de las mujeres cuidadoras una labor muy silenciosa, que no es muy reconocida porque inclusive las que trabajan, las que cuidan desde los sectores privados desde el hogar a veces ellas mismas no reconocen que están trabajando y allí ella están aportando a la economía del cuidado.
Les envío mi saludo y un abrazo muy grande a todas las mujeres que a través de su trabajo a veces silencioso pero también de ese trabajo público, están contribuyéndole al cambio y cuando uno le contribuye al cambio le contribuye a la paz y la paz se construye también con las mujeres.