En el negocio del espectáculo deportivo el prestigio del evento viene atado al dinero que ganan los participantes de forma directa o indirecta.
Cada cuatro años, los clubes más poderosos del planeta se van a enfrentar entre sí, en un torneo organizado por FIFA que replica el formato del Mundial de selecciones nacionales. Es algo nunca visto: equipos como Real Madrid, Boca Juniors, Bayern Múnich y Auckland City compartiendo escenario, formato y calendario. Y sí, parecía imposible… hasta que aparecieron los incentivos correctos.
Porque si hay algo que aprendimos en el negocio del fútbol es que las cosas no pasan por amor al arte. FIFA pone sobre la mesa un millardo de dólares en premios. Es la forma más efectiva de garantizar que los clubes no sólo digan “sí”, sino que vayan con lo mejor que tienen.
El torneo reunirá a 32 equipos divididos en 8 grupos, como en el Mundial de selecciones. Y los premios se dividen en dos bloques:

US$475M por clasificar y participar
US$525M en función del rendimiento deportivo (victorias, empates, fases superadas)
No todos reciben lo mismo. Y eso, lejos de ser injusto, es exactamente lo que lo hace viable.
Para ser justos hay que ser desiguales
Por clasificar al evento los premios se reparten de manera desigual, porque para que un Real Madrid participe se necesita un incentivo más poderoso que para que un Boca Juniors o Pachuca se animen a armar su mejor plantilla y emprendan el viaje.
Este evento le arregla las finanzas a cualquier equipo participante, pero hay que insistir que un equipo como el Real Madrid o Manchester City, que generan unas cifras alrededor del millardo de euros al año, perciben el dinero de una forma distinta a un Auckland City de Nueva Zelanda (que está en el grupo C, junto al Bayern Munich, Boca Jrs y Benfica).
Aquí va la distribución de ingresos por continentes por solamente participar:
Equipos UEFA: entre US$12,8 millones y US$38,2 millones
Equipos Conmebol: US$15,21 millones
Equipos Concacaf y África: US$9,55 millones
Equipo de Oceanía: US$3,58
¿Quién se beneficia más?
El Auckland City ingresó en 2024 US$1,1 millones. El recibir US$3,5 millones por participar en el Mundial de Clubes les triplica lo que para ellos significa una temporada exitosa. Ellos operan en un mercado pequeño como lo es el neozelandés, por lo que es de los equipos que con mejores ojos ve esto. Ya este equipo ganó, igual que el Espérance Sportive de Túnez.
Ahora, para un equipo de la Liga MX, el egipcio Al Ahly FC o el mismo Boca Juniors este evento les salva el año. Clubes brasileños Flamengo y Palmeiras (que generan por encima de US$100 millones en ingresos operativos) entran en otra liga. Lo mismo River Plate, que es un equipo con un modelo de ingresos sólido y sostenible.
El que lo gane va a coronar US$125 millones en promedio
Aquí es donde los equipos grandes del planeta ponen la mirada y los premios por desempeño van desde:

Fase de Grupos (3 juegos cada equipo): US$ 1 millón por empate | US$2 millones por victoria
8vos de Final: US$7,5 millones
4tos de Final: US$13,125 millones
Semifinalista: US$21 millones
Finalista: US$30 millones
Campeón: US$40 millones
Un equipo que gane todos los 7 partidos se embolsará entre US$91 millones y US$145 millones (sumando el premio por calificar y por desempeño).
Comparemos con la UEFA Champions League
El formato que impulsa la FIFA busca superar —en épica y en escala— al torneo de clubes más prestigioso del mundo hasta ahora: la UEFA Champions League.
La Champions tiene historia, mérito deportivo y el poder de convocatoria que atrae a los mejores talentos. A eso se suma un despliegue mediático que arranca en julio con sus rondas clasificatorias y culmina en mayo con una final muy vista. Todo eso la ha convertido en el referente absoluto del fútbol de clubes.
Si bien la Champions es súper atractiva, no convoca a aquellos fanáticos ajenos al fútbol, cosa que la FIFA logra con sus torneos apelando al orgullo nacional y ofreciendo un contenido de entretenimiento alrededor de ello.

Por ello la FIFA quiere ir más allá: propone un torneo donde se enfrenten los campeones de los campeones de cada continente, para determinar quién es verdaderamente el rey.
Con mayor poder institucional y más recursos que la UEFA, la FIFA ha optado por una estrategia clara: empezar por lo económico. Así, busca construir un evento que no solo sea épico en lo deportivo, sino también irresistible para el espectador —que, al final, es quien paga por el contenido de entretenimiento.
Veamos someramente los ingresos de los participantes en la más reciente Champions League. En la temporada 2024-25 los equipos que participaron y más dinero ingresaron por el torneo fueron:
PSG: 118,17M€ (Campeón)
Inter: 115,59M€ (Finalista)
Barcelona: 82,65M€ (Semifinalista)
Arsenal: 82,37M€ (Semifinalista)
Aston Villa: 63,79M€ (4tos de Final)
B. Dortmund: 62,54M€ (4tos de Final)
Real Madrid: 62,27M€ (4tos de Final)
Bayern: 61,99M€ (4tos de Final)
Liverpool: 56,92M€ (8vos de Final)
Atlético: 53,62M€ (8vos de Final)

Cada uno de los 36 equipos que participó en la fase de liga recibió 18 millones de euros. Sí, suena a mucho. Pero son 10 meses de competencia, con un gasto operativo mayor (plantilla, viajes, taquilla, logística). En cambio, el Mundial de Clubes de FIFA es un torneo de un mes, en verano, con 7 partidos y sin presiones de calendario nacional.
Un Real Madrid puede generar US$20 millones por partido. Para Boca, llegar a cuartos de final y ganar US$20 millones en todo el torneo sería igualar lo que representa todo un año operativo.
Los incentivos están dados para que se busque llegar a la gloria de ser el verdadero primer campeón mundial de clubes y ganar el dinero que consolide cualquier gestión financiera.