El mandatario colombiano interrumpe las negociaciones con el Ejército de Liberación Nacional, calificando sus acciones en Catatumbo como crímenes de guerra.
Por: Alejandro Zúñiga Bolívar
El presidente de Colombia, Gustavo Petro, anunció la suspensión de las negociaciones de paz con el Ejército de Liberación Nacional (ELN) luego de una serie de enfrentamientos violentos en la región de Catatumbo, ubicada en el noreste del país. Estos incidentes resultaron en la muerte de al menos cinco excombatientes desmovilizados de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), quienes habían firmado el acuerdo de paz de 2016. Además, se registraron ataques contra miembros del Estado Mayor Central (EMC), una facción disidente de las FARC que también estaba en conversaciones de paz con el gobierno.
El presidente Petro calificó estos actos como “crímenes de guerra” y expresó su descontento con la falta de compromiso del ELN hacia el proceso de paz. En su cuenta oficial de X (anteriormente Twitter), el mandatario escribió: “Lo que ha cometido el ELN en el Catatumbo son crímenes de guerra. Se suspende el proceso de diálogo con este grupo, el ELN no tiene ninguna voluntad de paz“.
La región de Catatumbo ha sido escenario de intensos combates entre el ELN y disidencias de las FARC, lo que ha generado una escalada de violencia que afecta directamente a la población civil. Organizaciones sociales han denunciado desplazamientos forzados y violaciones a los derechos humanos en medio de estos enfrentamientos. La Defensoría del Pueblo reportó “decenas de familias desplazadas” y señaló que se desconoce el paradero de unas 20 personas.
En respuesta a la situación, el gobierno colombiano ha desplegado 300 oficiales adicionales en la región con el objetivo de neutralizar las confrontaciones y proteger a la población civil. El presidente Petro enfatizó la necesidad de garantizar la seguridad en Catatumbo y reafirmó el compromiso del gobierno con la protección de los derechos humanos.
