Por: Jesús Alberto Aguilar Guerrero.
Llega el decimo segundo mes del año y se comienza a sentir la alegría de la época navideña, al tiempo que se expiden esos aires de fin de año se escucha en las emisoras música alegre, cuando el mundo cristiano se prepara para rezar en comunidad la novena del niño Dios, surgiendo los villancicos en el Renacimiento, a través de canciones cantadas de forma popular, tratándose de melodías interpretadas por el pueblo para contar cualquier situación cotidiana: hablaban de historias de amor e incluso formaban parte de los cancioneros; los villancicos reciben el nombre de los villanos, la gente del pueblo. En nuestro pais Colombia recordamos un insigne personaje cuyo nombre era Jeremías Quintero, musico de origen nariñense, oriundo de Barbacoas, quien es el autor de la mayoría de villancicos tradicionales, que año tras año los entonamos en épocas navideñas., cada vez que llegan las novenas, teniendo siempre en la mente las inspiraciones de “el zambo Quintero”, personaje este que vino al mundo con el signo navideño, naciendo un 16 de diciembre de 1884, justo comenzando la novena, ufanándose en decir “Yo soy pura navidad”, siendo ignorantes en el sur de nuestro pais y en Suramérica que la canción “Vamos pastores vamos” su letra y música llevan el sello nariñense.
Cuentan sus paisanos y sus descendientes que la niñez de Quintero, de acuerdo a la cultura y costumbres de Barbacoas, caserío de casas de madera y economía pujante por la explotación de oro, fue criado y arrullado por una dama de servidumbre, llamada la “Nana”, y justamente esa fue su primera inspiración con el villancico, “Nana…nanitanana…nanitaea…mi Jesús tiene sueño bendito seaaaa.”, se dice que este compositor desde niño se le vio esa aptitud inconfundible por la música, desde joven, formo parte de la banda musical del pueblo y en su pubertad ya era maestro, después de cursar estudios en Popayán; se dice que cuando se radico en San Juan de Pasto, vivió en el barrio San Andrés, en una tienda de rejilla como las de la época y junto a la barriada del sector sembraron un árbol de pino, que aún permanece en el sector y adorna el parque de “Rumipamba” que construyo la administración municipal de Pedro Vicente Obando. Nuestros investigados afirman que Jeremías Quintero, es autor de más de 400 canciones, en su mayoría al ritmo de bambucos y pasillos, además de muchos villancicos que se interpretan y cantan en el exterior, entre los más conocidos y también en las navidades tenemos: “Ya viene el niñito, jugando entre flores”, “Nana…nanitanana…”, “¡Oh precioso niño!”, “Jesús mi amorcito”, “Pimpollo de canela”, “Niño Divino”, “Dormido entre humiles pajas”…en fin canticos de navidad que nos alegran el alma y reúnen a todas las familias; reconocimiento que se hace en esta época a este musico de origen “barbacoano” que se destacó por su creatividad e ingenio para componer canciones al Niño Dios. Este musico del sur del pais, en este campo artístico tuvo un reconocimiento internacional, cuando en el año 1950 siendo presidente de Colombia Roberto Urdaneta Arbeláez, mando a recopilar toda la producción de villancicos y se realizo el primer festival de música infantil navideña transmitido en vivo por la televisora nacional.
Esta colección de villancicos paso a formar parte de la Asociación de pesebristas de Barcelona España, entidad internacional que reúne a los mejores compositores de villancicos del mundo, preservándose toda la producción en el Banco de la República de Colombia y la asociación española “Debajo del duraznero, ¡Santa María soñaba…y el árbol se iba llenando de tenues alas rosadas…! Oh …niño Jesú…oh niño Jesú… ¡De esta manera nuestro compositor colombiano fue igualado en la creación de villancicos con el Marqués de Santillana, entrando al mundo de los evangelizadores del siglo V, quienes fueron los primeros en componer villancicos! Hasta aquí esta crónica con sabor a nochebuena y navidad.