Las misiones de Colombia y Bolivia ante las Naciones Unidas inauguraron en Nueva York una exposición que busca debatir sobre los usos tradicionales, valor científico e importancia espiritual de la hoja de coca. Esta iniciativa pretende ofrecer una perspectiva diferente sobre la planta, más allá de su asociación con el narcotráfico.
Por: Alejandro Zúñiga Bolívar, El Liberal.
En un esfuerzo conjunto por cambiar la percepción global de la hoja de coca, las misiones permanentes de Colombia y Bolivia ante las Naciones Unidas inauguraron recientemente una exposición en la sede de la ONU en Nueva York. Esta muestra tiene como objetivo destacar los usos tradicionales, el valor científico y la importancia espiritual de la hoja de coca, buscando desvincularla de su asociación predominante con el narcotráfico.
La hoja de coca ha sido parte integral de las culturas andinas durante milenios. Comunidades indígenas de países como Bolivia, Perú, Colombia y Ecuador han utilizado la hoja en prácticas medicinales, rituales espirituales y como estimulante natural para combatir la fatiga y el mal de altura. Sin embargo, en el ámbito internacional, la planta ha sido estigmatizada principalmente por su uso en la producción de cocaína, lo que ha eclipsado sus otros usos y significados culturales.


La exposición inaugurada en la ONU presenta una variedad de elementos que ilustran la diversidad de usos de la hoja de coca. Entre las exhibiciones se incluyen muestras de productos tradicionales como el mate de coca, artesanías elaboradas con la planta y documentación histórica que refleja su importancia en las culturas andinas. Además, se presentan estudios científicos que analizan las propiedades nutricionales y medicinales de la hoja.
La embajadora de Colombia ante la ONU, Leonor Zalabata, destacó durante la inauguración: “Esta exposición es una invitación a la comunidad internacional para que conozca y reconozca la verdadera esencia de la hoja de coca, más allá de los prejuicios y estigmas que la han rodeado durante décadas”.
Tanto Colombia como Bolivia han sido proactivos en la promoción de una visión más equilibrada de la hoja de coca. En marzo de 2023, ambos países anunciaron su intención de solicitar a la Comisión de Estupefacientes de las Naciones Unidas la eliminación de la hoja de coca de la lista de sustancias prohibidas, argumentando su uso tradicional y cultural.
El secretario general de la Vicepresidencia de Bolivia, Juan Carlos Alurralde, enfatizó en un evento paralelo del Consejo de Derechos Humanos de la ONU en septiembre de 2024: “Hemos solicitado formalmente, junto con nuestros hermanos de Colombia, que la ONU realice un Examen Crítico de la clasificación de la hoja de coca. Este examen no es sólo un acto técnico, es un acto de justicia histórica”
La iniciativa ha generado diversas reacciones en la comunidad internacional. Mientras que algunos países y organizaciones apoyan la reevaluación del estatus de la hoja de coca, otros mantienen reservas debido a su conexión con la producción de cocaína. La Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC) ha reconocido el aumento en el cultivo de coca en países como Colombia, señalando que en 2023 la superficie dedicada al cultivo de coca en Colombia aumentó un 10%, alcanzando 253,000 hectáreas, la mayor en más de dos décadas.
Sin embargo, defensores de la desestigmatización argumentan que es esencial distinguir entre la hoja de coca en su estado natural y la cocaína como sustancia procesada. Resaltan que la criminalización de la hoja ha afectado negativamente a las comunidades indígenas que dependen de ella para sus prácticas culturales y medios de vida.
En julio de 2024, la OMS inició un “Examen Crítico de la Hoja de Coca” a petición del gobierno boliviano. Este proceso busca reevaluar las propiedades nutricionales y medicinales de la hoja mediante una revisión exhaustiva llevada a cabo por expertos en farmacología, toxicología y epidemiología. Los resultados de este examen podrían influir en futuras decisiones sobre la clasificación internacional de la hoja de coca.