La reciente pandemia en que tuvimos que debatirnos y que ahora tiene enormes secuelas, se nos demuestra que, para por lo menos poder supervivir, no queda otro camino que comportarse, en todos los momentos cruciales, con todas las acciones y para todas las soluciones, solidariamente con nuestros semejantes y mucho más con los más próximos.
De lo más avanzado que hemos podido ejecutar los humanos, como opción para la supervivencia propia en el actuar económico, queda demostrado que es la Economía Solidaria o Cooperativa.

Frente a esta realidad queremos tomar el caso de la cooperativa COOPIMAO, organizada dentro de la comunidad del Barrio María Occidente de Popayán que nació en la década de los 80 del siglo anterior, cuando el movimiento cooperativo caucano tuvo un auge que auguraba promisorias épocas.
Con esfuerzo propio de la comunidad, aplicando el concepto de Minga, experimentó un comunitario sistema productivo de peces, que servía para mejorar en la alimentación de las familias de los asociados y no asociados.
Su entusiasmo cooperativo le hizo lograr dos convenios muy importantes, firmados con la Interamérican Fundation de los Estados Unidos y con la Alcaldía de Popayán.
La Alcaldía le aportó, en comodato por 99 años, un lote, para que construyera instalaciones que facilitaran atender mejor a la comunidad en lo que ya venía haciendo en educación, producción, atención en salud, en convenio con el centro de salud del lugar y otros que proyectaba en sus planes
La Interamérican Fundation aportó para la construcción de dichas instalaciones y un pequeño recurso de apoyo para el movimiento del supermercado.
Tuvo COOPIMAO en los 80 y 90 un trabajo formidable de acción comunitaria con un supermercado que benefició no solo a los habitantes de María Occidente, sino también a la población vecina de otros barrios.
Posteriormente, igual que ha ocurrido con muchas empresas, de lo cual ni siquiera se escapa nuestro querido periódico, COOPIMAO sufrió un prolongado reflujo en lo económico económica. Decayó en su ánimo para atender sus servicios por varias realidades que débilmente fueron enfrentadas.
En primer lugar, el desconocimiento en el grupo social, de las reglas de administración comunitaria que debían aplicarse. El campanazo fuerte fue la invasión hecha a la zona de los lagos donde COOPIMAO cultivaba peces que le vendía a los habitantes del barrio sin discriminar si eran o no sus asociados. También llevó a que desapareciera el gran supermercado
Dicha crisis la fomentaron por ignorancia en el tema cooperativo personas no asociadas y el menosprecio de funcionarios públicos a la significativa importancia de dicha empresa, sumado ello al oportunismo politiquero y pedigüeño con que creemos que debemos forjar la lucha para lograr que los gobiernos atiendan nuestras necesidades.
Efectivamente la cooperativa es una empresa para encontrar soluciones, aunque es lógico que es su obligación dar utilidades para aplicarlas en esas soluciones.
Sufrió COOPIMAO también internamente de la ignorancia e inmadurez de algunos asociados para cumplir con la doctrina o principios cooperativos, tema fundamental para siempre mejorar la actividad empresarial comunitaria para lograr la solución que sea deseo de los asociados.
Coopimao en el 2015, cuando ya venía en proceso de recuperación, revisó muy bien sus compromisos y solicitó guía a los entendidos e instituciones responsables del Estado en lo empresarial cooperativo. En primer lugar estudió sus compromisos de legalidad siendo tres instituciones las principalmente consultadas, la DIAN, el DANSOCIAL, La Alcaldía de Popayán.
Con la DIAN se encontró cumplimiento reglamentario; con el DANSOCIAL todo estaba normalizado, institución que le confirmó su existencia legal, con la recomendación de que cumpliese el registro en Cámara de Comercio, que fue ordenado por el gobierno nacional para todo el sector empresarial solidario, a lo que antes no estaba obligado.
En cuanto a sus compromisos con el Municipio, se tenía cumplimiento con los impuestos y plenamente vigente el contrato de Comodato del predio donde construyó sus instalaciones para sus asociados.
El barrio María Occidente goza de una enorme fortaleza como ningún otro barrio de Popayán, cuenta con su cooperativa, fortaleciéndose en el cumplimiento del Séptimo principio del Cooperativismo: INTERES POR LA COMUNIDAD, Las cooperativas trabajan por un desarrollo sostenible de sus comunidades.
María Occidente tiene con COOPIMAO opción de apoyo mutuo con su Junta de Acción Comunal, en cumplimiento del Séptimo Principio.