Por: Cayo Betancourt
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Las personas pasan más tiempo en sus lugares de trabajo que con sus familias, una frase común antes de los acontecimientos del año 2020. Esto ha cambiado con el surgimiento de las modalidades híbridas y la posibilidad de permanecer más tiempo en casa mientras se cumplen las labores diarias, al menos para aquellas actividades que permiten ejecutarse remotamente. El lugar de trabajo o donde se desempeñan las actividades profesionales debe constituir un entorno donde las personas puedan desarrollarse profesionalmente y sientan la seguridad que sus actividades contribuyen a un bien común al tiempo que se generan beneficios mutuos, para la empresa y el empleado.
¿Qué sucede cuando las actividades se convierten en una obsesión para quien las ejecuta? En este contexto se presenta una obsesión por el trabajo, de la palabra acuñada en los años cuarenta del siglo pasado en el periódico Toronto Star, donde se buscaba asociar el trabajo con la adicción al alcohol, posteriormente explorado en el campo de la psicología por Wayne Oates en 1968. La adicción al trabajo está estrechamente relacionada con el equilibrio laboral y personal, especialmente cuando existe un desbalance, las personas tienen consecuencias en su salud física y mental.
Otros factores que debemos considerar en este contexto son las condiciones socioeconómicas del país o la región, la cultura organizacional y las necesidades propias de cada individuo. Respecto al primer factor, cuando existen presiones externas para mantener la empleabilidad y las posibilidades de una reubicación son remotas, se presentan jornadas extensas de trabajo y la necesidad de mostrar la utilidad de las personas frente al empleador. Especialmente cuando existe una línea delgada entre la empleabilidad y el riesgo alimentario, donde la pérdida de empleo significa un cambio en las condiciones socioeconómicas de las personas. Esta condición puede presentarse inclusive durante toda la vida laboral de una persona, creando un falso sentido de la normalidad laboral.
La cultura organizacional es un elemento que puede contribuir a crear un contexto de trabajo adictivo, donde la necesidad de generar resultados crea una presión constante sobre las personas para buscar extraer lo mejor de ellas. El inconveniente que presenta esta situación está relacionado con el trabajo en el límite por tiempo prolongado, lo cual puede generar problemas de obesidad, diabetes y cardiacos entre otros. Los problemas relacionados con la salud mental también se manifiestan en estas condiciones donde la depresión y la ansiedad están a la vuelta de la esquina. El tercer elemento está relacionado con las necesidades personales, para algunos ejecutivos la necesidad de estar en el límite y generar resultados extraordinarios es un elemento conocido en el desarrollo de carrera, la diferencia radica en la generación de equilibrios en estos periodos de tiempo, regulando la presión excesiva con un descanso, vacaciones o cambio de ocupación. La fórmula anterior puede aplicarse en otros contextos de carrera siempre y cuando se tenga la conciencia de la capacidad y el tiempo que se pueda estar en estas condiciones para hacer un alto en el camino y continuar con las actividades a un ritmo normal.
Finalmente, la identificación temprana de factores relacionados con la adicción al trabajo es fundamental para tomar acciones a tiempo y solicitar ayuda dado el caso. Es fundamental recordar que el trabajo es una actividad temporal que tiene su inicio y su fin, donde el equilibrio laboral y personal juega un papel fundamental en las relaciones familiares a largo plazo.