domingo, noviembre 30, 2025
No menu items!
spot_img

Sombras del atavismo

Diego Fernando Sanchez Vivas

La gran pregunta a lo largo del devenir histórico de nuestro país ha sido porqué los colombianos somos tan violentos, si existen causas internas, externas, genéticas, políticas, sociales, económicas, sicológicas, sociológicas o todas juntas.

Para responder el interrogante se han hecho numerosos estudios que se remontan al periodo precolombino, desde las culturas indígenas como La Caribe, cuyo temperamento aguerrido y violento sometía a otras comunidades nativas. Luego en la Conquista, el avasallamiento ibérico sometió por la fuerza de las armas a las comunidades aborígenes y produjo un mestizaje que aportó genéticamente elementos de dos razas inicialmente, la indígena y la ibérica, a la que se unió más adelante un tercer elemento, el de la raza afrodescendiente. En las guerras de independencia son célebres las sanguinarias batallas y los temibles castigos a que se sometían a quienes levantaban la voz contra España: Juan Sámano y Pablo Morillo son dos fieles exponentes de la crueldad de aquella época.

Las luchas internas por el poder en la época llamada Patria Boba, luego el afianzamiento de la República y a mediados del siglo pasado lo que se ha denominado la violencia en Colombia, con los llamados pájaros, chulavitas, bandoleros y los horrorosos ” cortes de franela”, de un tinte político y económico inocultable, dicha violencia política se transformó más adelante en violencia de clase.

La irrupción del narcotráfico como negocio, modo de vida y de resolver conflictos, sirvió como elemento catalizador de otras formas de violencia que ya hacían su nefasta irrupción en el panorama nacional como la violencia paramilitar y la violencia guerrillera, donde ocupan un lugar en la historia de la infamia las masacres, los secuestros, las desapariciones forzadas y los asesinatos selectivos de líderes sociales.

Pero será que esta breve reseña explica de por si la naturaleza violenta de los colombianos o tendremos que dejar a un lado la historia e introducirnos sigilosamente en el inexpugnable universo interior de nuestros coterráneos para desentrañar cual es la causa de que en incontables sucesos cotidianos se tenga que acudir a la violencia para resolverlos, o será que los genes de nuestros antepasados se asoman como sombras fantasmales, como impulsos atávicos, para que hechos como los descritos nunca terminen de inquietarnos.

ARTICULOS RELACIONADOS

NOTICIAS RECIENTES

spot_img