Padre Jesús Fernando Vega Muñoz. Pbro.
El Evangelio nos muestra que seguir a Jesús no es fácil, pero es un camino que nos lleva a la verdadera vida. En este camino, nos enfrentamos a varias exigencias que nos invitan a cambiar nuestra forma de ver y vivir la vida.
Tres Exigencias Fundamentales
1. Ver al otro como hermano: Debemos mirar más allá de nuestros vínculos familiares y culturales y ver a todos como hermanos y hermanas. Esto significa acoger a todos sin exclusión y sin condiciones.
2. No manipular el Evangelio: No debemos utilizar la religión para justificar actos de violencia, segregación o marginación. En su lugar, debemos construir la historia en fraternidad y solidaridad.
3. Reconocer que todo es un regalo: Debemos reconocer que nuestra vida y nuestras capacidades son fruto de un regalo de Dios y no solo de nuestras propias fuerzas. Esto nos lleva a vivir con gratitud y generosidad.
El individualismo y el egoísmo: Debemos superar la tentación de encerrarnos en nuestros propios intereses y buscar el bien común.
La idolatría del poder y el dinero: Debemos dejar de lado las seguridades engañosas del poder y el dinero y buscar la verdadera seguridad en Dios.
La ambición y la rivalidad entre políticos puede llevar a conflictos y peleas, especialmente en tiempos de elecciones o cuando se disputan cargos importantes. Por eso hoy la invitación es a que dejen esas riñas y piensen más en el bien del pueblo y las necesidades de la gente.
La alegría de saber que Jesús nos busca: Cuando comenzamos a gustar la alegría de la vida nueva que Jesús nos propone, las exigencias dejan de ser pesantes.
La invitación a asumir grandes desafíos: Debemos asumir grandes desafíos y hacer de nuestro país un lugar donde el Evangelio se haga vida y la vida sea para mayor gloria de Dios.
Seguir a Jesús es un camino de exigencia y amor. Debemos estar dispuestos a cambiar nuestra forma de ver y vivir la vida, y a asumir grandes desafíos. Pero con la ayuda de Dios, podemos superar los obstáculos y encontrar la verdadera alegría en la vida nueva que Jesús nos propone. Decidámonos y hagamos nuestros los proyectos del Señor.
Todos somos hermanos y debemos trabajar los unos por los otros como tal siendo instrumentos de justicia, de amor y de paz, sin tanta violencia sino buscando caminos de hermandad.
El evangelio de hoy nos invita a reflexionar sobre las exigencias del seguimiento de Jesús y a asumir un compromiso más profundo con nuestra fe. Al hacerlo, podemos encontrar la alegría de la vida nueva que Jesús nos propone y ser instrumentos de justicia y amor en nuestro mundo.
